Con 69 votos a favor, el Senado aprobó diversas reformas para prohibir en todo el país las denominadas “terapias de conversión” que pretenden corregir la orientación sexual y la identidad de género de las personas.
El dictamen –enviado a la Cámara de Diputados para su discusión– prohíbe realizar, impartir, aplicar, obligar o financiar tratamientos, terapias, o cualquier tipo de servicios o prácticas quirúrgicas o de otra índole con el objeto de obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar, anular o suprimir la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona.
De acuerdo con la senadora de Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado, la mecánica de los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (Ecosig) es equiparable a la tortura, “pues el fin último es la anulación de la personalidad mediante el sometimiento, la degradación o la crueldad y estas experiencias afectan la dignidad, la autoestima y la salud mental de las personas que son sometidas, pues las quiebran llevándolas a una situación límite”.