Volkswagen confió desde el jueves su futuro a su nuevo jefe, Oliver Blume, quien espera acelerar la conversión hacia vehículos eléctricos «allá donde sea posible», pese a un difícil entorno económico, tras los cuatro tumultuosos años de mandato de Herbert Diess.
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Con buena parte de su carrera en el grupo, y buen conocedor de sus secretos, el nuevo presidente ejecutivo, de 54 años, no va a provocar una revolución, y seguirá más bien las grandes líneas de su predecesor: una transición hacia la movilidad eléctrica y conectada.
Su predecesor había sido alejado del cargo en julio debido a sus tensas relaciones con representantes del personal y con el equipo de la dirección, producto de su estilo directo y provocador.
No obstante, la llegada de Blume se produce en un contexto más incierto que nunca, con la guerra de Ucrania ya en su séptimo mes y la persistente penuria de componentes.
También deberá Blume dirigir la salida a bolsa de la filial Porsche y resolver las dificultades inherentes al retraso en el desarrollo de los programas informáticos de Volkswagen, esenciales para el vehículo del futuro.
Además, la revolución eléctrica y conectada implica decenas de miles de millones de euros de inversión, en momentos en que el grupo ha tenido resultados mediocres en el segundo trimestre del año.
Conciliador
Blume, que ingresó en VW en 2015, hasta entonces fue presidente del directorio de Porsche, es considerado más conciliador que Herbert Diess.
El nuevo jefe de VW podría cambiar la política del grupo respecto a los carburantes sintéticos, que permiten la utilización de motores tradicionales con muy pocas emisiones CO2.
Herbert Diess había optado por apostar plenamente por los vehículos con batería, y estaba muy poco convencido por la eficacia de los carburantes sintéticos.
«Mantendremos el ritmo» de la estrategia eléctrica y «aceleraremos allá donde sea posible», dijo Oliver Blume a los directivos.
Pero los carburantes no fósiles son «complementarios» y tienen ciertas «ventajas», para ser transportados y por su compatibilidad con las gasolineras, precisó Blume en una entrevista.
LEG