economía mexicana

Un caída importante del PIB podría presionar la calificación crediticia de México, de acuerdo con especialistas.

Si bien una reducción de las notas soberanas no es el escenario base en el corto plazo de las principales agencias crediticias (Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch Ratings), que mantienen sus calificaciones en grado de inversión, no se descarta que en el largo plazo haya algún cambio dado las presiones en las finanzas públicas.

TE PUEDE INTERESAR: Regulación excesiva limita crecimiento económico: IP

Marcos Daniel Arias Novelo, economista en Grupo Financiero Monex, dijo que por lo menos hasta que termine el sexenio quizá no sea un riesgo, pero la tendencia en el gasto y los ingresos públicos puede poner presiones ineludibles y orillar a una nueva estimación de las notas.

“Lo que más preocupa es la dirección de un gasto creciente y de las actividades, sobre todo, en temas de pensiones, y que no haya algún mecanismo o alguna propuesta de reforma para tratar de equilibrar por la parte de los ingresos. De continuar así, sí pudiera más adelante, en algunos años, hacia finales de la década, generar presiones más importantes. Va a ser una papa caliente para la siguiente administración”, acotó.

Aunque las calificadoras también evalúan la carga de la deuda, los flujos y la política monetaria, el crecimiento económico es uno de los principales aspectos que consideran, de tal forma que si hubiera una caída importante del PIB o una recesión en el país, se contemplaría para modificar la nota soberana, refirió.

“Por el momento, las perspectivas de las calificadoras son estables, entonces lo que estamos planteando no es el escenario base que tienen”, enfatizó el economista.

El marco macroeconómico contenido en el Paquete Económico 2023 prevé un crecimiento puntual del PIB de 3% para el próximo año, un estimado que duplica las expectativas del mercado, actualmente en 1.4%.

“Si no se da el crecimiento de 3% puede complicar ciertas cosas por el lado de los ingresos. Una subestimación de la inflación y las tasas de interés podrían complicar temas en cuanto a la carga de intereses del Gobierno, entonces ahí afectarían temas de métricas claves para nosotros desde la perspectiva soberana”, dijo Renzo Merino, analista principal de Moody’s para México, en conferencia de prensa.

La agencia, que prevé un crecimiento de 1% para la economía en 2023, puntualizó que México mantendrá su nota de Baa2 con perspectiva estable por lo menos en un lapso entre 12 a 24 meses.

En el marco del evento Inside Latam: México 2022, el analista dijo que aunque hay presiones emergentes fiscales, la carga de deuda del país es baja comparada con otros países.

Agregó que todavía se percibe un compromiso de autoridades fiscales y monetarias para tratar de atender el balance macroeconómico y limitar su deterioro.

«De ahí a perder el grado de inversión, tendríamos que ver cambios bastantes pronunciados en cuanto a algunos aspectos que son actualmente fortalezas de México», sostuvo.

Mantener la confianza, el reto 

Para que México mantenga el grado de inversión debe dar certidumbre para la atracción de inversionistas, indicó Merino.

«En este momento no sabemos qué pueda ocurrir con esta controversia actual (entre México, Estados Unidos y Canadá por el tema energético), pero lo que sí exaltamos es que el T-MEC es un tema clave que apoya al modelo económico por el lado de las exportaciones, pero por el lado institucional es un tema muy importante porque es el marco de las reglas que permiten a los inversionistas extranjeros, en particular, venir a México», externó.

La rebaja de calificación soberana

En julio Moody’s degradó la calificación crediticia de México a Baa2 desde Baa1 y modificó la perspectiva de negatica a estable.

Argumentó que la baja estaba asociada a tendencias económicas y fiscales que prevé seguirán mermando de manera gradual, pero persistente, el perfil crediticio del país, alineándolo con el de naciones con la misma nota, que están a dos niveles de perder el grado de inversión.

Previó que la economía siga siendo afectada por débiles perspectivas de inversión y rigideces estructurales, factores que impedirán revertir el impacto del Covid-19, y dijo que la fortaleza fiscal se verá afectada cada vez más por una mayor rigidez del gasto público asociada a la decisión del Gobierno de mantener apoyos a empresas estatales como Pemex, entre otros elementos.

LEG

Ver nota original