A pesar de que durante el año pasado se observó un crecimiento anual de 30.2% en la demanda inmobiliaria nacional, para 2022 los elevados niveles de inflación y los bajos salarios, suponen retos desde la demanda para mantener el dinamismo del sector, señaló Daniel Narváez, vocero de Lamudi.
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Desde el lado de la oferta, los desafíos están en los elevados costos de los materiales de construcción que tendrán que ser trasladados al consumidor final; asimismo, quienes se dediquen a los bienes raíces, tendrán que poner especial énfasis en que los inmuebles se adapten a las posibilidades económicas y las exigencias de consumo de los mexicanos.
A partir de la pandemia se reconfiguró el sector inmobiliario, desde factores de movilidad hasta las nuevas tendencias de consumo y ventas, según un reporte de bienes raíces en México realizado por la firma inmobiliaria, que recopila datos nacionales de 2021.
Narváez explicó que, desde la movilidad, se observó que los potenciales compradores voltearon a ver otras regiones para adquirir o invertir en bienes inmuebles, en función de las capacidades económicas y las necesidades de espacios.
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Si antes se optaba por colonias donde se ubican los centros de trabajo con el objetivo de vivir cerca de la oficina, para 2021 las preferencias se inclinaron por localidades periféricas dentro de la Ciudad de México, e inclusive, en otro estado, tendencia que también respondió a la capacidad de pago, pues más del 70% de las búsquedas se enfocaron en viviendas que no superaran los tres millones de pesos.
LEG