En mayo del año 2020 el expresidente Felipe Calderón publicó el libro Decisiones Difíciles bajo el sello editorial de Penguin Random, en el que de entre sus 520 páginas tiene una referencia al grupo político que gobernó Puebla entre los años 2011-2018, para catalogar al fallecido Rafael Moreno Valle como un dictador.
Es una lástima que el ex presidente no haya expresado esa reflexión, evidente para todos los poblanos, nueve años antes, en 2011 cuando a Morelia arribó un avión privado que había despegado del aeropuerto de Huejotzingo con Moreno Valle y Eukid Castañón a bordo.
El contexto del encuentro tenía como finalidad apuntalar a Luisa María Cocoa Calderón al gobierno de aquella entidad. No tuvo mucho margen el brazo ejecutor del morenovallismo porque enfrentó a la delincuencia organizada -Templarios y Familia Michoacana-, pero los Calderón los recibieron con todo y sus apoyos porque con ello comenzaba la construcción del proyecto presidencial del poblano.
Como es de todos sabido, el destino encierra incógnitas, vicisitudes y contrariedades. Los Calderón están en donde deben, exhibidos reiteradamente por sus inconsistencias políticas y envueltos en la inquina. El ex mandatario poblano fallecido por la tragedia de diciembre de 2018 y el brazo político y armado, en la cárcel.
Más de 800 días ha llevado el primer proceso penal por el delito de extorsión del que fue acusado el ex diputado federal panista y hombre fuerte del morenovallismo, llevado en enero aun penal federal en Durango, como ya se ha documentado.
Desde su aprehensión la tarde del 18 de marzo del 2020 a la fecha, fue vinculado y llevado a prisión preventiva primero en Casa de Justicia, luego al penal de San Miguel, Tepexi de Rodríguez y más tarde al Centro de Justicia Penal Federal en Gómez Palacio.
Durante todo ese periodo el imputado de ese y otros delitos -falsedad de declaraciones, enriquecimiento, manejo de recursos de procedencia ilícita y amenazas- ha promovido todo tipo de recursos a través de la defensa.
Todos han fracaso debido a que a la luz de la justicia federal, las diversas etapas procesales han sido estrictamente apegadas a las disposiciones establecidas en el modelo penal adversarial acusatorio.
Sigue iniciar formalmente el juicio por el primero de los delitos imputados. El Juzgado de Oralidad Penal y Ejecución de la Región Judicial Centro determinó en la primera semana del mes de junio remitir el “auto de apertura a juicio dictado en la causa penal que ocupa, a fin de que sea turnado al Tribunal de Enjuiciamiento”.
La determinación tiene su origen, según consta en el documento del que el autor de la columna posee copia, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito echó abajo un último recurso promovido contra los medios de prueba en la audiencia intermedia del 16 de abril del 2021.
La parte agraviada deberá hacer valer elementos de prueba de los que todo el país supo cuando el imputado advierte de lleva al “valle de las calacas”, de intervenir teléfonos, de utilizar gatilleros (voy a mandar a mis mensajeros, conmigo no se juega) y hasta de presumir haber sido el “operador del presidenciable” (el ex gobernador fallecido el 24 de diciembre de 2018, Rafael Moreno Valle).
El juicio y veredicto se conocerán en un plazo perentorio, no forma de postergar la resolución. Será el primero de los imputados de diversos delitos que no obstante haber gozado de fuero, poder y dinero -y cercanía con los Calderón-, recibirá su primera sentencia firme, si el juez que conoce de esta causa. El tiempo se terminó y el destino lo alcanzó.
@FerMaldonadMX