Luego de un trabajo periodístico muy serio y de muy alto nivel, se ha desatado una genuina expectación y también una orgía de declaraciones en torno al caso del presunto lavado de dinero y red de factureras de Moisés Ignacio Mier Velazco, que investiga -de eso hay documentos- la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). En este tema, por cierto, los desatinos los sigue aportando el propio coordinador de los diputados federales de Morena.
Se ha confirmado, además, que existe esa indagatoria de la institución que depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en contra del político poblano y también en contra de su socio en el Diario Cambio, José Arturo Rueda Sánchez de la Vega, por 400 millones de pesos.
Ni uno ni otro, en varias entrevistas y pronunciamientos que han dado, han negado ni han puesto en duda la veracidad de los documentos de la UIF, ni la esencia del reportaje que revela esos datos y que lleva la firma de los periodistas Víctor Hugo Arteaga y Néstor Ojeda, que apareció en xpectrofm.com
El gobernador Miguel Barbosa Huerta confirmó que, desde hace un año, sabe de esta indagatoria.
El bajísimo nivel de Moisés se dejó ver en la intención de trivializar los hechos, hablando de un “ataque político” y de que hay “tres cochinitos” detrás.
Terriblemente mal, indigno, que un hombre que se supone que dirige las riendas de la bancada mayoritaria en San Lázaro se comporte tan abyecto. Sólo le faltó ponerse a alburear.
Pero no termina ahí. Los defensores de Moisés también han dejado evidencia del nivel de complicidades que fluyen alrededor de él y también las monumentales contradicciones en que cae el propio poblano y sus aliados.
Primer acto: en una conferencia de prensa, para hablar de las elecciones en seis estados, el presidente del CEN de Morena, Mario Martín Delgado Carrillo, dijo que se trata de “guerra sucia” de la oposición contra su coordinador, porque conduce con mucho atino la bancada y porque tiene posibilidades en Puebla en 2024. Las dos son mentiras. Pero ojo, el morenista culpó a la oposición.
Segundo acto: unas horas después, el jefe de bancada del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Ignacio Moreira Valdez, acusado de un gran rosario de corruptelas, desde que fue gobernador de Coahuila, sale también a defender a Moisés. ¿Pues no antes había dicho Mario Martín que era la oposición la que atacaba a su pupilo? La yuxtaposición de estas dos declaraciones termina por confirmar lo que, por cierto, no ha desmentido Moisés: sí lo investigan por lavado de dinero.
Tercer acto (aunque fue antes de todo esto): Arturo Rueda amagó con demandar a los periodistas Arteaga y Ojeda por el reportaje que revela la investigación que es real y no ha sido desmentida. Se equivoca mucho el apreciado abogado. Luego dijo que sí habrá denuncia de hechos, pero contra los funcionarios que resulten responsables.
Víctor Hugo Arteaga ha tenido una reflexión de alto nivel. En una conversación directa con este reportero, el Premio Nacional de Periodismo 2016 recordó que “perdí el miedo a las amenazas desde 1996, cuando revelé en una investigación que Óscar El Chapo Beltrán, de la familia de Amado Carrillo Fuentes, era el dueño del equipo los Gallos Blancos… pero ni su familia me amenazó, como lo ha hecho Rueda”.
@Alvaro_Rmz_V