Mi cuerpo está en una alcantarilla. Con esta frase inicia Paridad sin miedo, un cuento donde Michelle Garcés Alcántara, estudiante de la Licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica, de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la BUAP, relata el asesinato de una mujer que formaba parte de un grupo político dirigido por féminas en un municipio sin nombre, donde no se creía que las mujeres liderarían a nivel municipal.
En esta historia contada en primera persona, Michelle evidencia la violencia política hacia las mujeres y las actitudes que atenúan esta situación. Esta narración muestra una realidad lacerante en México: 10 mujeres son asesinadas al día, según diversas estimaciones. La historia finaliza con la esperanza de que tal escenario cambiará y mientras tanto las mujeres no deben dejarse intimidar.
Con este texto, la estudiante del sexto semestre, originaria de Tecamachalco, Puebla, ganó el tercer lugar, en la categoría Cuento corto, del Primer Concurso Nacional de Ensayo Vivencial, Cuento Corto, Crónica y Composición Musical “Por juventudes incluyentes y ciudadanas”, otorgado por el Instituto Nacional Electoral, la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León, el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana del Estado de Chiapas, el Instituto Mexicano de la Juventud y la Organización Fuerza Ciudadana A.C.
Un tanto apenada, Michelle Garcés Alcántara confiesa haber redactado el cuento días antes del cierre de la convocatoria. Jamás imaginó lograr uno de los primeros lugares; su fin era practicar este género literario en el cual no había incursionado. “En cada victoria hay detrás un montón de rechazos y fracasos”, expresa.
De manera previa al concurso tomó talleres formativos en cada una de sus categorías, los cuales fueron impartidos por profesores de Literatura, del Centro Mexicano de Escritores. Por falta de tiempo, sólo contendió en Cuento corto. Para abordar los derechos de las mujeres y la violencia política que viven participó en mesas de diálogo en las que especialistas abordaron estos temas.
Desde temprana edad, Michelle se adentró en el mundo literario, cultivado en sus inicios por la lectura de las novelas de Marissa Meyer y ahora por los relatos de Augusto Monterroso -maestro de la minificción. A los 10 años decantó por la lírica: “Fue lo primero que escribí, se me dio la rima, sin importar que fueran perfectos. Ahí supe que sí sabía escribir”. Durante la secundaria y preparatoria publicó sus trabajos en una página electrónica, “de hecho había gente que los leía bastante”, señala.
Como alumna de la Preparatoria Regional Enrique Cabrera Barroso de la BUAP participó en certámenes escolares de poesía, ortografía y cuento, obteniendo los primeros lugares. También en un concurso de la Editorial Ariadna y en uno de poesía el año pasado organizado por el estado de Jalisco.