Este 2 de marzo, inicia la Cuaresma con el signo de la ceniza, la cual evoca que somos finitos. El uso de la ceniza en la cabeza, como signo de penitencia, tiene origen bíblico, ya el libro de Judit 9,1 narra como ella hizo penitencia vistiendo ropas incómodas y poniéndose ceniza en la cabeza.
La penitencia se realiza como signo de humildad, para pedir perdón a Dios por los pecados o para suplicarle una gracia. El miércoles de Ceniza es día oración, de ayuno y de abstinencia y en esta ocasión, de manera particular el Papa Francisco nos pide que nos unamos a una Jornada de Ayuno y Oración para pedir al Señor por la paz en Ucrania y en todo el mundo.
La ceniza se elabora quemando las palmas benditas del Domingo de Ramos del año pasado, además quemando estampas, oraciones, misales y algunas vestiduras litúrgicas que ya no están en buen estado. Posteriormente la ceniza se bendice y se pone a disposición de los fieles para que acudan al templo a recibirla.
Como ya se ha indicado a través de un comunicado, en esta ocasión, la imposición de la ceniza se hará sin contacto físico, dejándola caer sobre la cabeza.
Cualquier persona que está bien dispuesta a vivir el camino cuaresmal puede recibir el signo de la ceniza, así como cualquier persona la puede imponer a los demás fieles; también puede ser lleva a los enfermos a través un algún familiar.
AYUNO Y ABSTINENCIA
El miércoles de Ceniza y el viernes Santo son días de ayuno y abstinencia. En cuanto a la abstinencia, es importante señalar que todos los viernes del año son días de abstinencia de carne, pero esta penitencia se puede conmutar por otros actos, como buenas obras, oración u otros actos de piedad.
Están obligados a la práctica de la abstinencia los mayores de 14 años de edad. El ayuno, por su parte, se cumple al disminuir la ingesta del día. Obliga a mayores de 18 y menores de 60.
Los enfermos no están obligados a practicarla. La Iglesia propone el ayuno como una práctica de penitencia para fortalecer la voluntad, como sacrificio a Dios; también para que, al experimentar el hambre, podamos recordar el hambre del alma por Dios; pero sobre todo, para comprender el hambre del hermano pobre y ser solidarios con ellos.
LA CUARESMA
La cuaresma es un tiempo que consta de 40 días de penitencia y su objetivo es prepararnos para la celebración de las fiestas principales de los cristianos: La pasión, muerte y resurrección del Señor.
Durante este tiempo, acompañamos a Jesús, quien estuvo en el desierto por 40 días en oración y ayuno para fortalecerse espiritualmente e iniciar su misión. Así los católicos estamos invitados a vivir el tiempo de cuaresma en un ambiente de mayor silencio y el esfuerzo por superar nuestros apegos.
Se trata además de un tiempo de conversión en el que la Palabra de Dios nos llama a renunciar al pecado para vivir una nueva vida. El color litúrgico de este tiempo es el morado, que significa preparación y penitencia.
Finalmente, en estos días, la Iglesia hace un llamado a vivir la cuaresma como tiempo de oración, caridad, ayuno y abstinencia; prácticas que nos ayudan a elevar nuestro espíritu y aspirar al Reino de los Cielos.