La Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México confirmó que el cadáver del bebé hallado dentro del penal de San Miguel en Puebla, fue exhumado de un panteón en Iztapalapa.
Ulises Lara López, vocero de la fiscalía, detalló que el menor nació en el Estado de México y presentó problemas congénitos que lo llevaron a ser atendido en un hospital de la alcaldía Iztacalco en la Ciudad de México.
En el nosocomio fue intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones por padecimientos en el sistema digestivo, pero falleció el pasado 6 de enero, por una infección generalizada.
Agregó que el bebé fue inhumado el mismo día y fue cuatro días después, es decir, el 10 de enero, cuando su cadáver fue hallado en el estado de Puebla.
Personal ministerial, pericial y detectives de la Policía de Investigación de la Fiscalía de Asuntos Relevantes de la Coordinación de Investigación de Delitos de Alto Impacto han llevado a cabo diversas diligencias como entrevistas con la madre y el padre del menor de edad, así como con personal del panteón, inspecciones en la tumba e inmediaciones del cementerio, análisis de cámaras de video vigilancia, entre otros.
De igual manera, personal de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales en materia de criminalística, fotografía, genética y química recabó indicios en el lugar donde fue inhumado el cuerpo, así como en el féretro del menor.
Asimismo, la fiscalía se encuentra en espera de recibir información detallada de entrevistas realizadas por personal de la Fiscalía General del Estado de Puebla al personal del penal, con la finalidad de ampliar la información sobre los vínculos de quién o quiénes lo trasladaron de Ciudad de México a territorio poblano.