Tuvieron que pasar muchas décadas para que, finalmente, el parlamento alemán reflejara la verdadera diversidad en Alemania. Una diversidad dura y dolorosa de alcanzar, al arrastrar una historia cruda que ha marcado este país.

Pero es justo esta evolución la que muestra el presente y un futuro que replican otros países. El argumento de la unidad entre migrantes y alemanes resuena más fuerte y es una realidad. Y Latinoamérica está representada por una mujer chilena.

Se trata de Isabel Cademartori (del Partido socialdemócrata), la chilena alemana que ha llegado al Bundestag más  diverso de la historia. Con 33 años ganó las elecciones en el distrito de Mannhein, estado federado de Baden-Wurtember, en el sureste de Alemania.

Y tal como su historia chilena lo dicta, se trata de una joven que ha crecido en un ambiente político y que bajo la resonancia de los movimientos sociales actuales de su país, hoy llega a refrescar la política alemana, pero sobre todo a representar a Latinoamérica.

Cademartori cuenta con un historial migratorio muy interesante. Pues su abuelo tuvo que migrar tras ser un perseguido político de Pinochet; vivió en Venezuela, Cuba y finalmente cuatro años en Alemania.

Ahí, su padre chileno y su madre alemana se conocieron y se casaron en 1989, después del fin de la dictadura de Pinochet. Posteriormente pudieron volver a Chile e Isabel vivió ahí sus primeros 12 años, después regresó a Alemania, donde comenzó su carrera en Economía.

Sin embargo, su vida ha estado siempre ligada a la política. Su abuelo, José Cademartori, fue militante comunista y el último ministro de Economía del expresidente Salvador de Allende en 1973.

La detención de su abuelo en Dawson, uno de los centros de detención por la dictadura de Pinochet, marcó a Isabel políticamente. Pero no sólo eso, sino también la gran brecha y desigualdad económica en la que creció en Chile, y el gran impacto que le causó al migrar a Alemania y vivir de la ayuda social.

Hoy en día, se congratula por los cambios en su país y ve como una esperanza la nueva Constitución en Chile. Sin embargo, está consiente que aún hay un largo recorrido, pero confía en los movimientos sociales  y la fuerza de los chilenos.

En Mannhein, Isabel Cademartori apuesta por la infraestructura y los temas de tránsito, pensando en el cambio climático. Así como en el área de salud y, por supuesto, el control de la pandemia.

A pesar de hacer política en esta parte del mundo, la hoy diputada es una voz latina que cambia la forma del Parlamento alemán, y que abre aún más la conversación para los latinos y las familias con historia del migración.

 

Twitter: @dianaegomez

Cartas desde Berlín escribe Diana Gómez