Posiblemente no seas el mejor lateral en la historia del futbol mexicano. También es real que no eres el jugador más técnico que hemos visto, ni mucho menos el mejor mexicano que ha jugado en Europa, pero para qué lo quieres ser si de mentalidad vas sobrado. Has sido perseverante y te has dedicado a demostrarte que nadie es más grande que tú.
Déjame decirte, Miguel, que si yo fuera dueño de un equipo o al menos director deportivo, el primer nombre que tendría en la lista sería el tuyo. Sí, puedes jugar de lateral por ambas bandas, volante, extremo, interior, pero lo que buscaría en ti sería el ejemplo de superación, que aunque no seas Messi o Cristiano, todo se suple con una mentalidad inquebrantable, esa misma que te hizo creer y fichar por el Atalanta en 2009.
Debo reconocer que tras tu llegada al América, solía tuitear y comentar entre amigos que las Águilas jugaban con 10 cada que entrabas al campo. Y es que seamos sinceros, tus primeros partidos en Coapa fueron ciertamente caóticos. Poco a poco convertiste ese caos en oportunidad y sellaste pateando el penal del título. Claramente todo era tu culpa.
El aficionado al futbol se dio cuenta que en ti podía encontrar algo más que un jugaror promedio, que el ser mundialista fue algo más allá de la suerte por conocer a Miguel Herrera. Te consolidaste como un futbolista profesional, te creíste que lo eras a pesar de la cacería mediática.
Tu paso por Watford fue fugaz, pero te estableciste en Porto jugando Primeira Liga, Champions League con cerca de 80 partidos y siendo uno de los mejores asistidores en Europa. En Sevilla y Villarreal fue menor el impacto pero, vamos, seguías en la élite del futbol.
Tu regreso a México fue criticado, te tacharon de acabado, fracasado, mercenario. Bueno, pues con Rayados ganaste la Liga, Copa y poco a poco fuiste indiscutible y te ganaste el regreso a las Águilas. Hoy estás convertido en el mejor lateral de la Liga MX, con más centros que terminan en remate, con más oportunidades creadas y tres asistencias de antología.
Y por si fuera poco, enfrentaste al cáncer con una valentía envidiable. Hoy eres empresario y, déjame decirte Miguel, un ejemplo de superación y templanza.
Además, has comentado que quieres pelear por un lugar en la Selección Mexicana para Qatar 2022. “Yo nunca bajo los brazos para poder ganarme en la cancha una convocatoria en la Selección”. Tengo clarísimo que por ti sí lo vas a merecer.
Éxito Miguel.
Por Alfredo González
@AlfredoGL15