El discurso triunfal de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco se contrapone con la realidad llena de reclamos a su administración por la ausencia de seguridad, que en las últimas horas culminó con el linchamiento de un presunto ladrón.
Por la mañana, la edil de la capital, que está a pocos días de dejar el cargo, aseguró haber bajado los índices delictivos alrededor del 46% desde que tomó el mando en 2018.
En conferencia de prensa, incluso aseguró que Puebla capital quedará muy por debajo de la media nacional, con cifras que han sido avaladas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Puntualizó que los resultados se deben a la consolidación de su estrategia con la Federación, en mesas de coordinación territorial con Guardia Nacional y Ejército Mexicano.
Fustigó contra el Gobierno del Estado y lanzó dardos contra funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública, mientras que, en otro punto de la capital, la realidad le topaba de frente.
Y es que vecinos de la junta auxiliar de Ignacio Romero Vargas cometieron justicia por mano propia al asesinar a golpes a un presunto ladrón; la Policía Municipal no llegó para impedirlo y detenerlo, pese a los llamados de los vecinos.
Un presunto ladrón, Armando T., murió después de que recibió una golpiza a manos de vecinos de dicha junta auxiliar de la ciudad de Puebla.
El robo fue descubierto por algunos vecinos que lo sometieron y golpearon para darle un escarmiento.