Esta semana se evidenció que el Proyecto Pegasus puso al descubierto que el software espía de NSO Group es el instrumento digital favorito de los gobiernos represores para facilitar la comisión de violaciones a los derechos humanos, no sólo en México, también a escala global.
En la lista de filtración de más de 50 mil números telefónicos se encuentran periodistas, activistas, jefes y jefas de Estado, y básicamente cualquier voz crítica disidente a las esferas hegemónicas que representan o representaron el poder en diferentes países. En el Proyecto Pegasus participaron alrededor de 80 periodistas, más de 17 organizaciones de mass media de al menos 10 países, así como organizaciones sin fines de lucro y el apoyo de Amnistía Internacional.
La utilización fraudulenta de la tecnología que viola la privacidad y los derechos humanos más elementales, de cualquier país que presuma ser democrático, quedó en evidencia con la utilización de un software que se vende con la idea de investigaciones penales y de terrorismo legítimo, cuando en realidad se trata de la reafirmación hegemónica del poder bajo la comisión de abusos sistemáticos.
En México, activistas digitales nos lo han repetido constantemente cuando se pretende regular las actividades sociales digitales a partir de la vara que imponga el Estado bajo el pretexto de la regulación: ¡No al uso de la tecnología de vigilancia!
Aunque NSO Group negó rotundamente el informe y aseguró que se trata de supuestos y teorías, la realidad es que el software, una vez instalado subrepticiamente en el dispositivo que se quiere espiar, proporciona acceso total al teléfono de la víctima como: mensajes, contactos del móvil, correos electrónicos, multimedia (imágenes y video), micrófono, cámara y por consiguiente llamadas y videollamadas.
Durante toda esta semana, el escándalo crecerá y conoceremos más nombres de personas que fueron espiadas, desde periodistas y activistas hasta dirigentes mundiales y figuras políticas.
Cabe señalar que también se filtró la lista de clientes —gobiernos en su mayoría— de NSO Group, donde destacan al menos 11 países, entre ellos México, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Ningún país utilizó tanto Pegasus como el del gobierno de Peña Nieto a través del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (CISEN), la Procuraduría Federal de la República y la SEDENA, quien investigó a al menos 15 mil personas, desde el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta las víctimas del caso Ayotzinapa.
Carlos Miguel Ramos Linares
@cm_ramoslinares