Las últimas inundaciones en Alemania reabrieron la conversación sobre la neutralidad climática y los precios del CO2. Una discusión nada nueva y vista como una idea pionera dentro de la protección del clima. Y es que desde hace tiempo, la UE discute la idea de que Alemania sea carbono neutral para 2045.

Sin embargo, esta idea de ensueño para la Unión Europea se ha visto entorpecida ante la indecisión de los partidos al frente de este país. Esto, a pesar de que se aceleró cinco años su objetivo de neutralidad.

A unos meses de las elecciones, este se ha convertido en un tema central. Los dos actuales partidos (CDU/CSU y SPD) insisten en la eliminación del carbono para 2038, mientras que Los Verdes para el 2030. Y como era de esperarse, la ultraderecha se ha pronunciado con una negativa rotunda sobre el tema.

Actualmente, el CO2 cuesta 25 euros por tonelada y se espera que el precio suba moderadamente durante los próximos años, pero Los Verdes, uno de los partidos que más ha ganado simpatía en el electorado, pretende aumentar el precio a 60 euros en tan sólo dos años.

La popularidad del Partido Verde ha aumentado en los últimos años por los temas del calentamiento global, pero sus decisiones –muchas veces consideradas como extremas y contradictorias- no han terminado de convencer al electorado. Sin embargo, se posiciona como un partido favorito.

Anna Baerbock, candidata a canciller de este partido, ha ganado miradas al considerarse una buena sucesora de Merkel, pero el electorado tiene también sus dudas y se pregunta qué pasaría si por tomar decisiones aceleradas Alemania no logra convertirse en un país neutro de carbono.

La ultraderecha sin comprometerse por la neutralidad climática

Aunque todos los partidos alemanes se han comprometido con las exigencias del Acuerdo Climático de Paris en 2015, el partido de extrema derecha AfD ha dado una negativa rotunda y ha dado la espalda a los consejos de expertos climáticos en el consenso.

Desafortunadamente, un gran número de la sociedad apoya estas decisiones. El cambio climático y sus medidas son, para muchos, ideas que no afectan de manera inmediata al país y a la Unión Europea. Esto aunado al descontento de los plantones y manifestaciones que miles de estudiantes han hecho durante los últimos años.

Pero la ultraderecha no es la única que ha alentado las decisiones. Armin Laschet, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), fue duramente criticado por haber frenado durante mucho tiempo la renuncia del carbón. Pues aunque exista una fecha para el 2038, grupos ecologistas afirman que esta acción llega demasiado tarde.

La política alemana se muestra sumamente atenta y preocupada por las últimas inundaciones y por los cambios inmediatos que se tienen que hacer. Esto también polariza las elecciones y deja en la mesa una responsabilidad enorme para la próxima o el próximo canciller.

 

Twitter: @dianaegomez

Cartas desde Berlín escribe Diana Gómez