La victimización como instrumento de campaña
La candidata a la presidencia municipal de la capital, Claudia Rivera Vivanco, comenzará la última etapa de campaña antes de que el miércoles 2 suspenda actividades proselitistas, montada en el discurso de la violencia política de género, en el que la han acompañado compañeras y compañeros en su war room.
No está mal que haya ese esfuerzo por visibilizar y condenar el uso de lenguaje, o visual, en contra de las mujeres en general, particularmente en una fémina que busca quedarse al frente de la gestión municipal otros tres años.
Pero la duda siempre asalta: ¿no hubiera sido mejor aprovechar el breve tiempo de campaña para comunicar planes y estrategias de trabajo en lugar de pelear hasta con los de casa?
¿Será?
El cierre se aproxima
Una disyuntiva envuelve a quienes toman decisiones en la casa de campaña del candidato Eduardo Rivera Pérez. Se puede dar como un hecho que el cierre de actividades proselitistas sucederá el domingo 30 y luego de ahí sólo habrá encuentros clave para meter toda la carne al asador el día “D”.
Originalmente se tenía previsto un cierre de actividades de campaña como se había comenzado, en un espacio cerrado, en una sala de cine, sin embargo el panorama de la pandemia era otro.
El coordinador de campaña, Bernardo Arrubarrena, tiene la intención de mostrar un poco más de músculo en un auditorio más grande, como el Centro de Convenciones, ante por lo menos 3 mil personas, con las debidas medidas de prevención.
¿Será?
El debate que viene
Todo apunta a que habrá debate entre candidatas y candidatos a la presidencia municipal de la capital, tal y como lo solicitó el partido Morena ante el Consejo Municipal del IEE, que tomó por sorpresa a todos, incluido a quienes integran el Consejo General del IEE.
El breve tempo que queda de este lunes al jueves, cuando se tiene previsto se junten las ocho personas que aspiran a gobernar la ciudad, podría ser para discutir el programa de trabajo y uno que otro descontón; podría suceder ante una sola cámara y a través de la página de Facebook del IEE. Si es así, estaremos ante el debate más austero de la historia, o el menos fifí, si así se le quiere ver.
¿Será?