Lo que se ve no se juzga
La excandidata priista al gobierno de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, dejó la comodidad de la capital para ir a apoyar a Lorenzo Rivera, que va por la alcaldía de Chignahuapan por los partidos PRI-PAN-PRD.
La también secretaria de Asuntos Migrantes del CEN del PRI recorrió calles, presidió reuniones y levantó la mano del joven abanderado por aquel municipio de la Sierra… pero con estilo: un cinturón de piel con hebilla dorada de la marca Hermes, que en el sitio farcetch.com tiene descuento, a un precio de 30 mil 853 pesos.
¿Será?
Un despertador de Néstor
A propósito de priistas, nadie olvida que durante el mandato de Alcalá Ruiz en la ciudad de Puebla, el trienio de 2008 a 2011, uno de los puntos débiles era el desorden en la agenda de la gobernante de la capital, al grado que muchas ceremonias oficiales comenzaban sin su presencia.
Pues ya hay otro priista con peores señales. Es el dirigente de ese partido, Néstor Camarillo, que ya se caracteriza por la informalidad de su conducta. Suele llegar tarde a todo lo que tiene en agenda, y lo peor es que con esa seriedad anda a la búsqueda de la confianza para el priismo, oootra vez.
¿Será?
Los baños de pureza
El candidato a diputado local por Morena, Pablo Salazar Vicentello, anda en la búsqueda del reflector que le permita redimirse de los pecados del pasado. Recorre medios para ofrecer sonrisas y explicaciones de su impúdica conducta.
Fue él quien promovió como candidato a presidente municipal a Julio Lorenzini, un destacado integrante del grupo político de Rafael Moreno Valle, ahora en Morena.
Y fue él quien decía que si su tutor político, Alejandro Armenta, era candidato a gobernador en 2019, el imputado Eukid N. podría vivir sin ninguna preocupación en el estado… Y aún hay más, como decía el presentador de espectáculos de la televisión en la década de los ‘80.
Fue quien habló de dotar de miel al gobernador Miguel Barbosa, cuyo padecimiento de diabetes lo hace vulnerable, para allanar el camino al senador inquieto.
¿Será?