“Yo llegué aquí en el 94 y todas las Liguillas son como las de ahora, me sorprende una interpretación de las cosas, nunca vi una Liguilla que se definiera en el primer partido, sabíamos que teníamos que trabajar la eliminatoria, hace pocos días un rival se llevó tres de aquí, otro cuatro, no es fácil venir acá, respetamos a Pachuca y no lo subestimamos”.
Son palabras de Juan Reynoso al terminó del juego de ida en la semifinal ante Pachuca; con Cruz Azul eso queda muy claro, pues justo el semestre pasado construyeron esa ventaja de 4-0 ante los Pumas de la UNAM en esta misma fase de la eliminatoria y en el juego de vuelta disputado en el Estadio Olímpico México 68 se las ingeniaron para perder por idéntico marcador, quedar eliminados, lejos de la posibilidad de pelear por el título y el bochorno terminó con la renuncia de Robert Dante Siboldi.
Los traumas y fracasos en liguillas juegan en contra de La Máquina, aunque varios jugadores y técnicos lo niegan, siguen pesando los 24 años sin título de liga en la institución y provocan que en esta etapa el equipo no muestre el mismo empaque como en la etapa regular del torneo donde llegaron a construir una racha de 12 victorias consecutivas y sumaron 19 juegos sin perder hasta la derrota ante Toluca en la ida de los cuartos de final.
Es cierto este equipo de Juan Reynoso se construyó a partir de la solidez defensiva y el orden táctico aprovechando las bases del sistema de Siboldi; el peruano no llegó a inventar nada, se concentró en recuperar mentalmente a sus jugadores y uno de sus grandes logros fue explotar y aprovechar el talento de jugadores como Guillermo “Pol” Fernández o Bryan Angulo que no contaban o simplemente no habían sido útiles en etapas anteriores.
Curiosamente el resurgimiento de Cruz Azul en el Guardianes 2021 comenzó en el Estadio Hidalgo; en el encuentro de la jornada 3 disputado el 25 de enero; los cementeros se llevaron el triunfo por 0-1 con una anotación de Juan Escobar, quien fue uno de los sacrificados en este juego de ida de semifinales y se fue a la banca junto a Orbelín Pineda.
Los Cementeros arrancaron el torneo con par de derrotas consecutivas ante Santos y el Puebla; pero a partir de ese duelo ante los Tuzos sumaron 12 victorias consecutivas en liga, fueron la mejor defensa del campeonato con 11 anotaciones permitidas y acumularon 9 encuentros con la portería de José de Jesús Corona en cero como una de las grandes virtudes de este equipo.
También es cierto que los Celestes sumaron 26 goles para convertirse en la mejor ofensiva del torneo junto al América y al Toluca; eso ayudo a maquillar el esquema táctico del estratega peruano, pues el Cruz Azul fue de menos a más en el torneo y comenzaron a aparecer jugadores como Jonathan Rodríguez, Guillermo Fernández, Roberto Alvarado, Luis Romo y Orbelín Pineda que mostaron su calidad y capacidad ofensiva, pues son futbolistas con mucho talento que ayudan a definir partidos.
Definitivamente este Cruz Azul de liguilla no es el mismo; el equipo de temporada regular jugaba con orden, privilegiaba el cero en portería, pero era capaz de atacar con inteligencia, de generar oportunidades frente al arco y con la pegada suficiente para redondear actuaciones; pero en la liguilla llegaron los traumes, llegaron los miedos y puede ser que logren el objetivo, pero lo harán jugando de una manera distinta.
Juan Reynoso había dado muestras con el Puebla que suele analisar mucho al rival para tratar de anularlo, en este caso contra Pachuca lo consiguió, un equipo que sumaba 14 goles en los últimos 4 partidos se fue en cero en el duelo del día de ayer, un conjunto encendido con solo dos derrotas en los últimos 12 encuentros fue frenado por el sistema táctico del Cruz Azul.
En esa labor de anular al rival y acomodar a su equipo dependiendo del contrario, pierde la esencia de los suyos y cuando intentaron tomar las riendas para ir en busca de goles se vieron envueltos en un juego que ellos mismos habían trabado en el medio campo; los ingresos de Orbelín Pineda y Bryan Angulo en el segundo tiempo de poco sirvieron para cambiar la tónica de un duelo que los Tuzos tampoco quisieron perder y estuvieron mucho más cerca de ganarlo.
El Cruz Azul sigue tentando al destino y tras no marcar gol como visitante con el empate 0-0 en el juego de ida de las semifinales ante Pachuca deja todo para la vuelta que se disputará el próximo sábado en el Estadio Azteca.
El gol de visitante es un concepto que los técnicos en la Liga MX no logran domensionar y es ahora un argumento que le puedar dar el boleto al Pachuca; los Tuzos viajarán a la capital con la misión de marcar en el Azteca, al hacerlo condicionarán la eliminatoria a su favor, pues el empate con anotaciones les daría el pase.
El Pachuca logró ventaja ante el América la semana pasada y salió al Coloso de Santa Ursúla a buscar más goles y lo consiguió muy temprano, ese gol de Romario Ibarra al final fue un factor importante para la eliminatoria a pesar del triunfo de las Águilas en el juego del domingo anterior; los Tuzos no temen jugar como visitantes, no les pesa jugar en la capital, es un equipo motivado que tiene mucho que ganar y nada que perder, lo que lo hace muy peligroso.
Queda claro que el Cruz Azul le tuvo respeto al Pachuca, tan es así que se olvido de atacar; los cementeros han perdido su esencia en esta liguilla, no son el mismo equipo de la temporada regular, son un equipo táctico, meticuloso y calculador; por el bien de su afición solo espero que le salgan las cuentas porque siguen jugando con fuego y ahora deberán estar muy concentrados en la vuelta para cumplir el objetivo de ir a la final.
Desde el arranque del Guardianes 2021 se sabe que algo menor al campeonato sería un nuevo fracaso para los Cementeros, algo que está condicionando el juego de La Máquina en esta fase de liguilla; “El fin justifica los medios” y los aficionados celestes seguró perdonarán el pobre espectáculo de su equipo en caso de que se ciñan la corona, ya veremos si a Juan Reynoso le resulta jugarle al estratega a la hora de la verdad.
@jomanuelgh
El Blog de Puebla Deportes por José Manuel Gómez