Hace unos días Kevin de Bruyne recordaba su sueño de jugar en los grandes torneos internacionales de futbol, hace algunos meses Paola Espinosa en una conferencia en la UPAEP hablaba sobre cómo descubrió los clavados siendo una niña; hace un año, Netflix daba a conocer su documental “Athlete A” sobre los abusos sexuales que sufrieron cientos de gimnastas estadounidenses, niñas y adolescentes, por parte del doctor Larry Nassar en el marco de una cultura organizacional tóxica donde los entrenadores también cayeron en abusos ya fueran emocionales, mentales, físicos  o sexuales, un comportamiento cubierto por la Federación Estadounidense de Gimnasia, el Comité Olímpico de Estados Unidos y la Universidad Estatal de Michigan priorizando la reputación de las organizaciones por encima de la salud y el bienestar de las propias gimnastas https://www.youtube.com/watch?v=JzeP0DKSqdQ.

Steve Berta, el editor del área de investigación del “Indianapolis Star” (el diario que realizó una minuciosa investigación sobre esa cultura tóxica en la selección de gimnasia estadounidense) dijo: “Esas niñas están siendo aconsejadas por adultos sobre cómo realizar su sueño olímpico. Así que básicamente ellos estaban usando sueños infantiles para construir su marca y ellos estaban tan ocupados tratando de vender su marca que no tenían tiempo para esas niñas”. Jen Sey, una de las víctimas de esta cultura tóxica y autora del libro “Chalked Up”, definió la situación de la siguiente manera: “Generalmente el abuso emocional y físico era la norma y nosotras estábamos derrotadas y tan obedientes que cuando nosotras sabíamos que había un abusador sexual en nuestro medio, preferimos no decirlo. Nos sentíamos absolutamente impotentes”.

Ayer el ex jugador de la selección alemana, del Borussia Dortmund y del Real Madrid, Christoph Metzelder fue condenado a 10 meses de libertad condicional por admitir que distribuyó pornografía infantil con su teléfono celular, por lo que su ex compañero en la selección, Lukas Podolski consideró que la sanción no hacía justicia. “Algo así debería ser castigado con más severidad. Incluso una confesión parcial no debería ser suficiente cuando se trata de pornografía infantil…cualquiera que atente contra los niños debería ser castigado con todo el peso de la ley, de esta forma habrá más niños en peligro”.

Jennifer Capriti es otra figura deportiva marcada por un inicio prematuro en los grandes escenarios deportivos, profesional a los trece, con un contrato publicitario de cinco millonarios de dólares y con tres títulos profesionales a los catorce. A los dieciséis se coronó campeona olímpica en Barcelona 92 sorprendiendo a la campeona defensora, Steffi Graf, y sumó un millón de dólares de ganancias. Pero a partir de 1993 inició una caída que más tarde le llevaría a admitir que pensó en el suicidio: Detenida en Tampa Bay por sustraer dos anillos de escaso valor de una joyería, internada en una clínica psiquiátrica en enero de 1994, en mayo del mismo año fue arrestada por tenencia de marihuana y cocaína lo que significó un nuevo internamiento ahora en la clínica de rehabilitación Monte Sinaí, en Miami. Capriati reconoció que no soportó la presión que imponía sobre ella su padre; en 1996 y tras el apoyo de su madre regresó al mundo del tenis para ir recuperando poco a poco la forma para que en 2001 ganara el Abierto de Australia https://www.youtube.com/watch?v=n2W6ugT0PB4 y Roland Garros donde derrotó en un  partidazo a la belga Kim Clijsters https://www.youtube.com/watch?v=tOjZu5GGzQc, ese año fue semifinalista en Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos.

En 2002 volvió a ganar el Abierto de Australia a Martina Hingis https://www.youtube.com/watch?v=AU_Bv1eSElo (otra tenista precoz que también sufrió las presión que ponía sobre ella su madre, admiradora de Martina Navratilova) y aunque su sueño era ganar los cuatro torneos de Grand Slam se retiró en 2004 como bicampeona de Australia, una vez campeona de Roland Garros, dos veces semifinalista de Wimbledon y cuatro veces semifinalista del US Open. “Me siento orgullosa de haber sido capaz de regresar después de todo lo que ha sucedido en mi vida, de disfrutar de nuevo con el tenis y de jugar bien. Creo que esto demuestra que cualquier persona puede rectificar y que nunca es tarde para recuperar tus sueños”, dijo en 2001 tras ser nombrada por la agencia EFE como la mejor deportista de ese año.

Capriati pudo regresar y recuperar sus sueños, pero hay muchas personas que no han podido. Un estudio del Centro de Estudios Internacionales del Deporte en 2019 identificó a África como la región que más jugadores exporta a Europa, Miguel Alcantud director de la película “Diamantes negros” (2013) https://www.youtube.com/watch?v=PprgdcREWZE y la organización no gubernamental Foot Solidaire encontraron que por cada futbolista africano que llega a un equipo europeo hay otros veinte que no logran cumplir su sueño engañados por falsos promotores, la organización francesa cuenta la historia de Doudou Faye un senegalés de 14 años que murió ahogado en el Mediterráneo porque le habían prometido que su talento para el futbol le abriría las puertas de Italia, por lo que recuerda que sólo aproximadamente el 1% de las personas cumple el sueño de ser futbolista profesional.

Foot Solidaire tiene una campaña en contra de los abusos y las vulneraciones de los derechos del niño en el futbol de la cual se desprenden acciones médicas, una jornada de mediación, dispositivos para educar e informar a los jugadores y a sus padres, así como capacitación para educadores, gerentes y reclutadores y la Copa Yoppa cuyo objetivo es promover la protección de los jugadores y el intercambio de buenas prácticas entre entrenadores.

Cada niño que sueña con hacer deporte merece la oportunidad de practicarlo, pero hacerlo en espacios seguros. Ninguno merece que se le imponga una presión impropia para su edad porque lo primero que necesitan es enamorarse de la actividad deportiva, se debe respetar la noción de juego antes que la necesidad imperiosa de ganar, cada uno de los casos expuestos en esta edición representan una versión equivocada de lo que el deporte debería significar para los niños: Un espacio de diversión, de desarrollo personal, un lugar donde hacer amigos y donde crecer como persona. Desconfíe de los entrenadores que presionan a sus jugadores, que hacen trampa y falsifican edades para ganar, si usted es padre de familia entienda que sólo el 1% llega a ser futbolista profesional y que casos como los de Lionel Messi en el Barcelona son la excepción, no la regla; dejemos que los niños jueguen y hagan deporte ya habrá tiempo para que empiecen a sentir presión si continúan en ese camino, pero si no lo logran y están bien enfocados también habrán dado un paso en firme: Serán personas sanas que continuarán haciendo actividad física.

Ningún sueño infantil merece romperse a causa de terceros, ningún sueño infantil debe ser justificación para abusar en cualquier faceta de ellos; el deporte debe ser un vehículo para construir mejores comunidades y forjar personas, no para romperlas.

 

@abascal2

El Blog de Puebla Deportes por Antonio Abascal