La falta de asepsia en la toma de decisiones de la cúpula en la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional, con un testigo de palo llamado Mario Delgado Carrillo, llegó a niveles de escándalo.
El fin de semana pasado tuvo lugar una de las más fuertes recriminaciones a un impresentable y oportunista como Pablo Salazar Vicentello, integrante del Consejo Nacional de Morena por promover morenovallistas como es el caso de Julio Lorenzini en la presidencia municipal de San Pedro Cholula.
Salazar Vicentello es, junto a Carlos Evangelista Aniceto y “El Monje Negro”, Gabriel García Hernández, responsable del desaseo político que ha impedido que el proceso interno en Morena evite el desgaste de los últimos días y el cúmulo de impugnaciones.
Un dolido más de los cambios y enroques tras las decisiones partidistas, David Méndez Márquez, ex aspirante a una diputación local fue quien encendió la mecha en una conversación en un grupo de WhatsApp, sobre su frustrada aspiración política luego de haber dejado la Secretaría de Gobernación, de la que fue titular.
“Lamentablemente hoy Morena está como está, pragmatismo puro sin principios ni valores, mucho menos respeto a quienes han luchado por décadas para lograr la democracia en nuestro país. Así igualito actuaron los que acabaron al PRD”, consideró Méndez Márquez.
Aunque los reclamos de Méndez Márquez llegaron tarde como resultado de la exclusión de la que fue objeto como aspirante a la candidatura por el distrito 19 en donde competirá un afín a la edil con licencia, Claudia Rivera, el regidor con licencia Iván Herrera Villagómez, refleja el estado en buena medido el nivel de enojo que existe contra Salazar y el resto de la burocracia que se apoderó de Morena.
Salazar Vicentello, acusaron esa conversación, ha sido el responsable de promover a Julio Lorenzini, un personaje que aplaudió rabiosamente la campaña del Partido Acción Nacional en 2011, 2015 y 2018.
El personaje sobre quien obran carpetas de investigación por el probable delito de violación equiparada y violencia familiar que el propio aludido ha utilizado para revictimizar a quienes lo han señalado ante la Fiscalía General del Estado.
“…porque promueven tú y la camarilla a la que perteneces a morenovallistas y marinistas que todavía están en las listas como miembros del PRI y PAN ¿quieres ejemplos?, nada más te voy a dar uno: Julio Lorenzini candidato de Morena a presidente municipal de San Pedro Cholula”.
El silencio del personaje colocado en la lista de acusados en ese grupo de militantes de Morena fue el mismo como cuando Edgar Moranchel, el operador del edil panista de Atlixco, Guillermo Velázquez, lo exhibió diciendo que el imputado Eukid Castañón podría estar tranquilo en Puebla si el senador Alejandro Armenta Mier fuera gobernador.
Pablo Salazar no sólo ha traicionado los principios de Morena, si no que a sí mismo. El silencio que lo ha distinguido cada vez que se le confronta por su muy elemental razonamiento que lo hace suponer que cada vez que su nombre aparece como un vulgar cobrador por favores políticos y candidaturas.