La soledad del conejo mayor
El diputado federal por el Partido Encuentro Solidario (PES), Fernando Manzanilla Prieto, tendrá que entrarle a la ‘talacha’ en el interior del estado si es que de verdad quiere que ese partido consiga una mínima porción del pastel electoral en disputa en junio próximo.
Después que se confirmó que Francisco Ramos Montaño, el personaje que él mismo impuso en la dirigencia local del PES, está fuera de circulación por Covid-19, el finísimo exsecretario de Gobernación tendrá que ensuciarse los zapatos para desahogar la agenda de trabajo pendiente.
¿Será?
En qué consiste el amarre PT-Congregación
Cuando comenzó la gestión de Miguel Barbosa en el gobierno de Puebla, la aún titular de Bienestar, la petista Liz Sánchez, llegó a gestionar con sus pares en el gabinete firma de acuerdos con la llamada Congregación Mariana Trinitaria que llegó a levantar sospechas.
Ahora que todo en la dependencia huele a descompuesto, llama la atención que la citada agrupación “altruista” trae acuerdos con el Partido del Trabajo en estados y zonas del país en donde tiene mayor presencia. Las cenas que promovió la funcionaria poblana parecía encajar en esa misma lógica: instalar una ventanilla única de gestión para una agrupación privada ¡en tiempos de la #4T!
¿Será?
Nadie sabe para quién trabaja
Quién iba a decir que la presidenta municipal de la capital, Claudia Rivera Vivanco, terminaría por deberle el favorcito a los priistas el que se haya impugnado el acuerdo del Instituto Electoral del Estado para que se mantenga en el cargo y hacer campaña al mismo tiempo.
Y es que la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para ordenar al IEE a darle la vuelta a la página con aquello de que debían solicitar licencia 60 días antes de la elección a quien quisiera reelegirse, pues simplemente no va.
¿Será?
Tragarán camote
Muchos de los firmantes que acusaron en un desplegado a Eduardo Rivera Pérez de chantajista y manipulador comenzarán a morderse las uñas y hasta les hará falta un ansiolítico, dicen.
Y es que nomás no encuentran la manera de colarse a la campaña. Ni modo, del plato a la mesa se cae el hueso.
¿Será?