Una reforma migratoria “radical” que permitirá la legalización de más de 11 millones de indocumentados que viven Estados Unidos, a través de otorgar la ciudadanía a migrantes con 8 años de residencia efectiva, quienes contarán con 5 años de estatus protegido temporal (TPS) y luego con una green card (tarjeta verde de permiso de trabajo), será presentada por Joe Biden, este mismo miércoles, luego de su asunción como mandatario de la Unión Americana.
De acuerdo con medios estadounidenses, el mandatario que rendirá juramento este 20 de enero planea presentar “un amplio proyecto de ley sobre inmigración el primer día de su administración, con la esperanza de proporcionar un sistema que daría la ciudadanía luego de ocho años a aproximadamente 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin estatus legal”, describió Dallas Morning New en un amplio reporte.
Para aspirar a este beneficio, que se ha calificado como “mayor a la Amnistía (Ronald) Reagan de 1986”, que legalizó a 3 millones de migrantes, los indocumentados deberán acreditar sus antecedentes, el pago de impuestos y comprobar que estaban en el país al 1 de enero de este 2021, con lo que se pretende frenar a quienes busquen llegar luego de esta fecha, con intención de buscar la ciudadanía.
Esta reforma, que ha sido calificada como “radical”, en el mejor de los sentidos, es una promesa que Biden hizo a votantes latinos y de otras comunidades de inmigrantes, como contraste a las políticas antiinmigrantes y deportaciones masivas de la administración de Donald Trump.
También se contempla que podrán solicitar de inmediato la green card los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que otorgó protecciones para evitar la deportación de los llamados dreamers (soñadores), así como aquellas personas que están en el programa de Estatus de Protección Temporal para Migrantes de Naciones Devastadas por Desastres.
“El plan proporcionaría una vía rápida hacia la ciudadanía para quienes viven sin estatus legal, y no incluye provisiones sobre seguridad fronteriza, algo que favorecen muchos republicanos, lo que hace que la aprobación en un Congreso estrechamente dividido sea dudoso.
“Se espera que el proyecto sea presentado después de que Biden preste juramento al cargo el miércoles, según una persona familiarizada con la legislación y a quien se le concedió el anonimato”, adelantó la prensa estadounidense.