El dos mil veintiuno está aquí. Muchas cosas han empeorado, eso ya lo sabemos muy bien, pero este panorama aún muy gris viene acompañado de una vacuna; una esperanza que nos mantiene a flote. Y aquí estamos, esperando que las cosas mejoren un poco, posponiendo nuestros movimientos y planes.
Y entre toda esta realidad, nos preguntamos: ¿nos vamos o nos quedamos? El mensaje mundial de quedarse en casa resuena en absolutamente todos los lugares. Pero también nos cuestionamos sobre cuál será el mejor lugar para sobrevivir y permanecer en este nuevo mundo.
Hace algunos días leí sobre la Caravana Migrante que desde Honduras había emprendido su viaje hacia México; un viaje mucho más riesgoso que los que se hicieron en otros años. Pero el dilema era moverse o permanecer y resistir hasta donde se pueda.
Esta pandemia pone al migrante en una posición compleja. Salir o huir de casa buscando mejores realidades y encontrar el país o continente prometido completamente diferente al que pensamos. Ese es el golpe más incómodo.
Sin embargo, la migración no parará. Es parte de nuestra vida y nuestros derechos. Sin embargo, al menos en Europa, las cosas ya no volverán a ser las mismas. Los países que prometían un futuro prometedor y una mejor vida se quedan, poco a poco, sin recursos.
En el caso peculiar de Alemania, desde hace algunos años se han lanzado fuertes campañas en las que se invita al migrante a integrarse a este país. Mensajes como Nadie es Ilegal, Bienvenidas Todas las Familias y No dejes a Nadie detrás se encuentran en las calles de este país.
Pero la realidad es que ahora nadie entra y nadie sale. La libertad y el movimiento está condicionado y aún nadie sabe hasta cuándo esto continuará. Los muros que se supone que no existían más, están reforzados.
Ser legal en este país es complicado pero no imposible. En comparación de USA, Alemania tiene una serie de regulaciones firmes pero amigables y justas para migrar. Eso depende de cada país, pero peculiarmente con México las cosas han cambiado mucho.
¿No habrá más mexicanos en Alemania?
Hasta el momento se ha reducido la cantidad de visas para que mexicanos estudien o trabajen en Alemania. Desde que llegó la pandemia, la embajada alemana en nuestro país decidió cerrar las puertas, endureció sus reglas y el país ha permanecido como un sitio de alto riesgo.
En el caso de los mexicanos que tienen residencia en Alemania, el mensaje ha sido claro: no volver a Latinoamérica ni arriesgarse a hacer un viaje que propagaría más este virus y, por consecuencia, perder la visa.
Este virus ha puesto muros y es verdad que moverse no suena a una buena idea, pero eso no detendrá a un derecho básico: la migración.
Twitter: @dianaegomez
Cartas desde Berlín por Diana Gómez