La alianza opositora a la Cuarta Transformación integrada por el PRI-PAN-PRD y empresarios de la derecha en México han dado muestras evidentes de pretender el poder, por el poder.
Es entendible y hasta justificable. La esencia de toda agrupación política nace para ello, a través de sus documentos básicos, doctrina e ideario. Un aserto que parece perder vigencia en tiempos de canallas: la ideología.
Ejemplos hay múltiples. En el contexto nacional y sobradamente en la escena local con el surgimiento de un conjunto de personajes que no debieron salir por el notorio y triste papel en la vida pública.
Oportunistas, mirreyes y hasta meretrices que denigran el servicio público detrás del recurso fácil del espíritu solidario para esconder una conducta rapaz y condenable.
Ejemplo práctico, el tránsfuga que llegó a un alicaído PRI en la búsqueda de una candidatura a diputada federal: Jonathan Collantes.
Entre las actitudes de este acomodaticio y oportunista de coyunturas que rechazan y condenan sus compañeros legisladores en el Congreso local, su permanente y barata autopromoción.
Ha llegado al exceso de autonombrarse “el gran operador de los Valles” y de presumir ser “un legislador muy productivo”, a través de una campaña de notas periodísticas pagadas en medios afines a su perfil frívolo.
De ahí que nada extraño resulte la chusma de la gente con la que ha presumido públicamente una relación cercana.
Camila Ruiz, la influencer que fue arrestada por fraude con el medio hermano de Michel Chaín, un filopanista que fue candidato a gobernador en 2018 para hacer el trabajo sucio al PAN.
Collantes salió en su defensa, por un conjunto de fotografías publicadas en redes sociales tras una parranda en un local de la plaza comercial Solesta, que atizó la polémica cuando apenas ponía un pie en el Partido Revolucionario Institucional.
No se trata de un legislador que realmente represente al “pueblo”, al mismo al que irá a pedir el voto para ser diputado federal por el Distrito 08, con cabecera en Ciudad Serdán. Tampoco un político que se rodee de luchadores sociales o de líderes regionales comunitarios.
En su cuenta de Instagram hay un video en el que en 2018 llama a votar por la candidata del Partido Acción Nacional, la difunta Martha Erika Alonso. Lo cual revela la conducta acomodaticia del personaje.
No recibe en sus oficinas del Congreso local o del edificio de la sede estatal del PRI en su calidad de secretario de Vinculación Empresarial y Emprendimiento, a representantes de la sociedad o los empresarios.
En sus redes no se advierte una sola imagen de trabajo en tierra a favor de “Puebla y los poblanos”, como jactanciosamente suelen decir.
Mucha reflexión debieran poner el líder estatal Néstor Camarillo y el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, en su postulación en la carrera federal. Tal vez debieran revisar ese registro que ya hizo como precandidato, los dirigentes de PAN y PRD, que acompañan al tricolor en la alianza federal Va por México.
@FerMaldonadoMX
parabolica.mx por Fernando Maldonado