La Liga MX ha dejado claro en varias ocasiones que mientras sus intereses no se vean afectados no hay razón de imponerse ante los equipos participantes, en diversas ocasiones ellos mismos han torcido el reglamento para apoyar prácticas que “no son bien vistas” por la FIFA como el tema de la multipropiedad, ya está por demás reiterar la opinión que la ausencia de descenso y la calificación de 12 equipos a la fase final habla de la falta de seriedad, sin embargo uno esperaría que ante una situación tan apremiante como el cuidado de la salud en plena segunda ola de pandemia serían los primeros en poner orden en los distintos equipos en busca de que, precisamente, no se vean afectados los intereses económicos, ya que aún se camina en una cuerda floja.

Los números de contagios siguen a la alza y ya ni hablar de la cifra de pérdidas humanas, a pesar de ello es increíble que al menos una vez al mes sigan surgiendo casos de jugadores que rompen los protocolos de sanidad para evitar los contagios entre las filas de los 18 equipos del futbol mexicano.

Desde que la actividad se reanudó a finales de julio del pasado año el protocolo fue establecido en vías de salvaguardar las vidas de jugadores, cuerpo técnico, directivos y staff. Sin embargo son precisamente los jugadores (principales protagonistas) los primeros en quebrantar los cercos sanitarios impuestos, poniendo en riesgo a sus propios compañeros y a los miembros del equipo contrario, tal fue el caso esta semana en Cruz Azul del uruguayo Jonathan “Cabecita” Rodríguez quién asistió a una fiesta con el uniforme de concentración previo al compromiso de la jornada dos ante el Puebla.

A pesar de ello el jugador entró para el segundo tiempo comprometiendo la seguridad del equipo rival, este tipo de indisciplinas se han vuelto muy comunes a pesar de que los clubes han “sancionado” en reiteradas ocasiones las mismas, tan solo el pasado torneo jugadores de Tigres (Diego Reyes, Carlos Salcedo y Eduardo Vargas), Monterrey (Hugo González y Dorlan Pabón), Pumas (Alan Mozo), Chivas (Uriel Antuna, Alexis Vega, Eduardo López y  Cristián Calderón), Toluca (Alan Medina y Kevin Castañeda), Xolos (Jonathan Orozco) y Cruz Azul (Pablo Ceppelini) formaron parte de esta, para nada, meritoria lista.

Me queda claro que muchos jugadores de fútbol que parecen vivir en un mundo alterno donde nada les afecta (a pesar de que diversos contagios se han presentado en los clubes), ya no les importa mucho los castigos impuestos por sus equipos y por ello se debería de revisar el manual de protocolos para imponer sanciones más severas que sean promovidas por la misma Liga, esa liga que para este torneo volvió a calendarizar fechas dobles en la jornada 5 y 10, dando poco tiempo para que los protocolos que ellos mismos impusieron se cumplan de forma cabal para los exámenes de control. Así que puede que le esté pidiendo peras al olmo.

Lo cierto es que desafortunadamente este martes el futbol mexicano ha registrado la primer baja por la pandemia entre miembros en activo, tras darse a conocer el deceso de Martín Pérez Padrón quien fungía como estratega del equipo femenil de Santos.

Desde mi punto de vista, indisciplinas como las ya mencionadas solo son la punta del iceberg, así que aún se está a tiempo de aplicar a conciencia el manual de protocolos e imponer sanciones más severas para proteger la salud de todos los implicados en los torneos avalados por la Liga MX.

 

El Blog de Puebla Deportes por Cuauhtémoc Hernández