En los últimos 9 meses de este 2020 se ha vivo en condiciones totalmente anormales a la vida que se llevaba antes de la pandemia del COVID-19, con muchos resguardos en casa y que con las medidas sanitarias establecidas por las autoridades, han permitido contar con mejores condiciones ambientales.
La calidad del aire en Puebla mejoró en un 35% con relación a los índices que se tenían registrados en el mes de marzo del presente año, asentó Raciel Flores Quijano, Director del Área de Química de la UPAEP.
Dijo que esto es resultado de la reducción de la actividad económica en la entidad poblana y en el resto del país por la llegada del COVID -19; y de acuerdo a los límites permisibles respecto a las normas de salud en donde los contaminantes que más nos preocupan son el ozono y las partículas suspendidas en el ambiente, que han sido las mínimas permisibles.
Ante este escenario que se está viviendo, no solo el aire se ha visto modificado, sino también el caso del agua potable, el tratamiento de las aguas residuales, la generación de residuos y, en el caso del aire, resulta ser un tema importante para los próximos dos o tres meses del siguiente año, sobre todo por la disminución de la temperatura, en donde pueden incrementarse las enfermedades respiratorias, como es el caso de la Influenza, que se puede llegar a confundir con la COVID-19, indicó el académico, por lo que también es importante cuidar la salud.
El estado de Puebla por su ubicación geográfica, se encuentra estrechamente relacionado con los estados de Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Estado de México y la Ciudad de México, y todos ellos incluidos, forman parte de una cuenca atmosférica, en donde todo lo que se genere dentro de estas entidades se puede estar intercomunicando a través de los vientos dominantes que se presentan, señaló Raciel Flores.
En ese sentido, dijo que la calidad del aire tiene mayor importancia porque los contaminantes son dinámicos y bajo ciertas condiciones atmosféricas o meteorológicas se pueden estar trasladando hacia una u otra dirección.
En el caso de Puebla, por ejemplo, se registra una dominancia de vientos que generalmente van de norte a sur, lo cual es delicado porque nuestro sector industrial se está desarrollando en toda la franja norte, a lo largo de toda la autopista, desde San Martín Texmelucan, Huejotzingo y todo lo que es el corredor Puebla 2000, manifestó Raciel Flores.
Asimismo, dijo que resulta preocupante aun cuando se cuenta con cinco estaciones de monitoreo, localizadas en las siguientes zonas, Agua Santa; BINE; Las Ninfas; Universidad Tecnológica de Puebla y el Velódromo.
Agregó que aunque se detecte un problema de contaminación en la parte sur de la ciudad, no necesariamente el problema se está generando ahí, porque los vientos juegan un papel muy importante para evitar que estos contaminantes se dispersen a mayor altura y se queden fijos en una sola zona.
Apuntó que son varios factores meteorológicos que llegan a ser condicionantes para que en el sentido de la emisión de contaminantes se puedan ver afectados los aspectos relacionados con la salud.