La policía, siempre en vigilia.
Para nadie pasó desapercibido que hay presidentes y presidentas municipales que no mueven un dedo para contribuir al combate a la inseguridad en diversas regiones del territorio estatal, como lo dijo en su mañanera el gobernador Miguel Barbosa. Nada más es cosa de ver el porcentaje de las más de 2 mil aprehensiones ha reportado la Secretaría de Seguridad Pública en los últimos meses.
Se verá que se trata de Puebla capital, Tehuacán, Izúcar de Matamoros, Teziutlán y Huauchinango y Tepeaca en donde mayor número de narcomenudistas, huachigaseros, asaltantes de tiendas de conveniencia o especializados en robo a casa habitación y hasta extorsionadores han caído. Esa tarea era de las y los ediles, pero nomás no.
“No contribuyen las policías municipales al desmantelamiento de la delincuencia en sus ámbitos territoriales” dijo Barbosa. La verdad no peca, pero si incomoda.
¿Será?
Tarde, pero sin sueño.
Más de 34 mil contagios después, siete meses de pandemia y 4 mil 332 poblanas fallecidas y fallecidos el Consejo Coordinador Empresarial abrió la cartera para emprender una jornada de donación de cubre bocas en el aeropuerto internacional Hermanos Serdán de Huejotzingo para que los usuarios de la terminal se protejan ante el temible Coronavirus.
Los hombres de la iniciativa privada se colocaron en la sala de llegadas y fueron entregando los cubre bocas a las personas que arribaron a la terminal cuando ya la curva de contagios se ha estacionado. Menos mal actuaron luego de múltiples reproches por lo que parecía insensibilidad pues como se dijo hace algunos meses, no enviaron ni una bolsita de “frijol con gorgojo” para contribuir a aliviar las carencias por la pandemia.
¿Será?
Mal y de malas en el IMSS.
Las carencias que se viven en clínicas y hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social llegan a niveles nunca antes vistos.
Derechohabientes, familiares y hospitalizados de plano tienen que armar “vaquitas” para poder llevar algo de fruto a los pacientes que se encuentran internados ante el silencio cómplice de la dirigencia sindical y el desinterés de sus funcionarios. Ni para curitas hay.
¿Será?