La dirigente panista Genoveva Huerta Villegas está acorralada. Al descrédito que acumula como presidenta de un partido que intenta por todos los medios recuperar la confianza traicionada tras el abuso en que incurrió en los periodos de gobierno entre 2011-2017 y 2017-2019, hay expedientes irresueltos.
Rebasa con mucho la versión sobre las presuntas imputaciones que enfrentaría en la Fiscalía General del Estado por delitos de peculados y otros, de los que no ha sido informada la dirigencia nacional.
“Lamentablemente ya no le podemos preguntar al ex gobernador” Rafael Moreno Valle sobre la entrega del aparato de seguridad del estado al General Salvador Cienfuegos, detenido en Los Ángeles California por acusaciones de haber colaborado con narcos y huachicoleros.
En algo tiene razón la panista que semana a semana se mete en sus propios galimatías: Moreno Valle no está, pero sí un cúmulo de personajes que, como ella, formaron parte del coro que aplaudió todo el latrocinio propiciado por el líder del clan hasta sus últimos días.
La participación de una ceremonia absurda y artificiosa para entregar la Clavis Palafoxiana a Salvador Cienfuegos Zepeda “El Padrino”, de manos de Antonio Gali Fayad debiera formar parte de una condena enérgica del partido que lo tuteló como candidato.
Pudo no haber sido detenido por las imputaciones de haber protegido a los narcos H2 o El Chapo. Lo auténticamente irreal fue ver participar a personajes como el Gobernador, al presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez y al impresentable Roberto Trauwitz reconocer a un militar por méritos claramente inexistentes: ¿promotor del arte, la cultura, ética y civismo?
Deben suponer los participantes de esa escena obscena que la gente es estúpidamente ingenua cuando asiste a través de medios y redes un montaje claramente atentatorio contra el sentido común, la dignidad y la inteligencia de la gente.
En sus transmisiones y línea discursiva el panismo de Genoveva Huerta suele utilizar un tímido #VolverACreer como la frese que les permita exorcizar el periodo de gobierno que encabezó el fallecido y que luego continuó con la misma retórica del poder claramente marcado por la frivolidad.
Hará falta algo mucho más que la retórica fácil utilizada en ese partido político ante la evidencia de los últimos meses.
Los dos perfiles delincuenciales detenidos en Estados Unidos por presuntos delitos de narcotráfico, Cienfuegos Zepeda y Genaro García Luna tuvieron una marcada cercanía, afectos y presencia en la élite panista poblana.
La abundancia de imágenes del General que salpicó al panismo con Moreno Valle y Gali Fayad, inundan portadas, medios y redes. Evidencia palmaria en toda la extensión del vocablo.
García Luna tiene aún sembrado por ahí a Facundo Rosas, el ex secretario de Seguridad Pública que trajo a un grupo de forajidos con charola de policía para alimentar la larga noche en la que se coludió el poder con el crimen.
@FerMaldonadoMX
parabolica.mx por Fernando Maldonado