El niño José Alberto Tehuatlie Tamayo fue muerto por el impacto de un objeto contundente en la cabeza que le provocó exposición de masa encefálica el 9 de julio de 2014, fue declarado con muerte cerebral días después y ya con la repulsa social encima, el gobierno de Rafael Moreno Valle decidió hacer control de daños y revelar su muerte hasta el sábado 19 del mismo mes, a las 18:30 horas
El comunicado de prensa en el que se confirmaba la información que ya se encontraba en las redacciones de diversos medios de comunicación fue emitido ese día y hora con la idea tramposa de hacer pasar un acontecimiento de enorme impacto social con distractores de ese fin de semana y la Copa del Mundo, que se jugaba en Brasil.
Sometidos por un control enfermo, muchos de los medios que ahora condenan el homicidio del menor decidieron esconder o disimular. Otros de plano borraron esa oferta editorial. Sólo unos cuantos medios decidieron continuar con el trabajo de investigación periodística que permitiera entender la gravedad de lo sucedido.
La confirmación de la muerte cerebral la obtuvo la reportera Yazmín Curiel. Decidida se instaló junto a la familia del niño Tehuatlie hasta recibir al médico que informó del fatal desenlace mientras el aparato del Estado trazaba estrategia para contener y luego para efectuar el control de daños.
La canallada no paró ahí porque en el comunicado de prensa de la Dirección de Comunicación Social de Marcelo García Almaguer, el diputado sin partido que quiere ser candidato a presidente municipal, estableció que el niño pereció por un paro cardio respiratorio irreversible, un padecimiento que habitualmente ocurre por ahogo por inmersión, descargas eléctricas, uso de fármacos o la práctica de deportes extremos.
Pero además, el certificado de defunción número 140625077 establece que “se ignora” el tipo de muerte, no obstante presentar “fractura de cráneo, secundario a traumatismo cráneo encefálico, hematoma subdural parieto temporo occipital izquierdo durante diez días, lo significaba un desenlace mortal; una hemorragia subaracnoidea, producida por la ruptura de un vaso sanguíneo en las paredes interiores del cerebro y edema cerebral.
La negación de ese régimen frente al oprobioso asesinato del hijo de una familia de labriegos ya asomaba entonces. Bajo el logotipo un lema que luego fue convertido en lema de campaña “Acciones que transforman” fechado el 23 de julio de 2014 se podía leer un impersonal mensaje: “La Secretaría de Salud del Estado de Puebla lamenta el deceso del menor…”.
El mensaje jamás llegaría a sus destinatarios.
@FerMaldonadoMX
Parabólica.mx por Fernando Maldonado