WASHINGTON.- El vicepresidente Mike Pence tenía previsto hacer un lanzamiento económico para reelegir al presidente Donald Trump en la Convención Nacional Republicana (RNC, por sus siglas en inglés) el miércoles, mientras su jefe se metía en el último estallido de disturbios por el tiroteo policial contra un hombre negro. .
Las dos primeras noches de la convención incluyeron afirmaciones sombrías sobre cómo sufriría Estados Unidos si Trump pierde en noviembre ante el demócrata Joe Biden, quien lidera las encuestas de opinión nacionales. El miércoles, Trump intervino en las protestas en Kenosha, Wisconsin, donde tres personas fueron baleadas, dos fatalmente, en la tercera noche de disturbios allí. Un joven de 17 años fue arrestado por cargos de homicidio.
Trump publicó en Twitter que estaba enviando a la policía federal y a la Guardia Nacional, con el acuerdo del gobernador de Wisconsin, Tony Evers. “NO apoyaremos el saqueo, los incendios provocados, la violencia y la anarquía en las calles estadounidenses”, escribió Trump.
Las autoridades dijeron que el sospechoso parecía estar vinculado a un grupo de milicianos justicieros que le había pedido al alguacil local que los sustituyera como respondedores de protesta, a lo que él se negó.
Biden dijo que habló con la familia del hombre negro, Jacob Blake, de 29 años, quien resultó gravemente herido cuando la policía le disparó cuatro veces en la espalda a quemarropa. El exvicepresidente pidió justicia para la familia Blake y el fin de la violencia.
“Protestar por la brutalidad es un derecho y absolutamente necesario, pero quemar comunidades no es protesta. Es violencia innecesaria “, dijo Biden en un video publicado en las cuentas de redes sociales de su campaña. “Las palabras más sabias que he escuchado hasta ahora provienen de Julia Jackson, la madre de Jacob. Ella miró el daño hecho en su comunidad y dijo ‘esto no refleja a mi hijo o mi familia’ “.
Lanzamiento de Pence
Se espera que Pence, quien será renombrado como compañero de fórmula de Trump luego de especulaciones intermitentes de que sería eliminado de la boleta, destaque el historial de la administración, así como los objetivos para un segundo mandato.
El ex gobernador y congresista de Indiana, un cristiano conservador, sirvió como un conector clave entre Trump y los votantes evangélicos, una parte poderosa e influyente de la base política republicana.
Pero también se ha convertido, junto con Trump, en el rostro de la respuesta de la Casa Blanca a la pandemia del Coronavirus, que ha matado a más de 177 mil personas en Estados Unidos y ha dejado sin trabajo a decenas de millones de estadounidenses. Pence lidera el grupo de trabajo sobre el Coronavirus de la Casa Blanca.
La presidenta de la Cámara de Representantes demócrata, Nancy Pelosi, dijo que Pence había “hecho todo lo posible” para enfrentar el virus y se convirtió en “una figura en segundo plano” después de ser designado para liderar el grupo de trabajo.
“Fueron lentos en anticipación y, no solo eso, reaccionaron a lo que estaba sucediendo en términos de la propagación del virus”, dijo Pelosi en una conferencia de prensa en video el miércoles.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que Pence ofrecería una visión optimista del país al tiempo que contrastaría con Biden y su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris. En la convención de su propio partido la semana pasada, Biden y Harris advirtieron a los estadounidenses que no le dieran a Trump otros cuatro años en la Casa Blanca.
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A pesar de la promesa de un mensaje optimista, los dos primeros días de la reunión republicana estuvieron salpicados de ominosas predicciones de una ola de socialismo radical y caos si los demócratas ganaban la Casa Blanca.
Los republicanos esperan que Trump obtenga un impulso en las encuestas de una convención que está destacando sus temas de reelección, incluido un duro mensaje de “ley y orden”.
Una encuesta de Reuters / Ipsos realizada del 19 al 25 de agosto mostró que Biden no había visto un rebote en el apoyo popular de la convención de su partido la semana pasada, pero mantiene una ventaja de 7 puntos porcentuales sobre Trump a nivel nacional.
EAM