El jefe del Pentágono, Mark Esper, marcó distancia con el presidente estadounidense Donald Trump y dijo este miércoles que está en desacuerdo con usar a los militares para frenar la multitudinaria ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial.
En medio de las movilizaciones por la muerte de George Floyd, un ciudadano negro que fue asfixiado por un policía blanco en Minneapolis, Trump amenazó el lunes con desplegar a los militares para “arreglar rápidamente la situación”, lo que desató una ola de críticas.
Este miércoles, el jefe del Pentágono marcó una distancia afirmando que está en contra del uso de fuerzas militares en activo para frenar la ola de protestas.
“No apoyo que se use la Ley de Insurrección”, indicó Esper que piensa que las tropas en activo “sólo deberían ser usadas como un último recurso y sólo en las situaciones más urgentes y graves”.
“Siempre he creído y sigo creyendo que la Guardia Nacional es más adecuada para prestar apoyo interno a las autoridades civiles en estas situaciones”, dijo en una rueda de prensa el secretario de Defensa, en referencia al contingente de reservistas.
Esper también se refirió a la polémica después de que el lunes Trump reprimiera una manifestación pacífica delante de la Casa Blanca para despejar la zona y posar con una biblia delante de una iglesia que fue dañada al margen de una manifestación el fin de semana.
El jefe del Pentágono admitió que fue un error posar junto a Trump.
“Hago lo posible por permanecer apolítico y por evitar situaciones que pueden parecer políticas”, indicó. “A veces lo logro y otras no”.
Con información de 24 Horas El Diario Sin Límites