De manera histórica, el Congreso del estado de Puebla se vio obligado a sesionar en una sede alterna en el Centro de Convenciones, por la pandemia del coronavirus que enfrenta el país; sin embargo, las medidas de sanidad no frenaron a los legisladores para convertir este espacio en un ring político.
Alrededor de las 12 horas de ayer, los diputados de la LX Legislatura arribaron a este recinto en los primeros cuadros de la capital, donde se trasladó el mobiliario necesario para asemejar el escenario del Pleno: curules, mesas, equipo de video, templete, una lona y otros aditamentos.
La convocatoria se hizo a los 41 legisladores para desarrollar la sesión extraordinaria en la que se discutió la reforma a la Ley Orgánica de este Poder, con el fin de legalizar las sesiones en línea cuando por una emergencia sanitaria o catástrofe sea indispensable recurrir a plataformas digitales.
Sentados en su curul, con vestimenta formal y protegidos con cubrebocas, caretas y, en algunos casos, guantes, se procedió al pase de lista; sólo los diputados Emilio Maurer Espinosa (Morena) y Guadalupe Muciño Muñoz (PT) justificaron su inasistencia y hubo quórum con la presencia de 39 diputados.
El único punto del orden del día se discutió por cuatro horas y las intervenciones de los legisladores fueron aprovechadas para realizar reproches, quejas, confrontaciones, señalamientos y hasta imitaciones actuadas que hicieron de la reunión el tradicional circo de cada sesión.
De la fracción parlamentaria del PAN, y de manera neutral, la diputada Mónica Rodríguez Della Vecchia se pronunció a favor de esta iniciativa, al igual que Armando García Avendaño (PRD), el independiente Marcelo García Almaguer, Tonant
-zin Fernández Díaz (Morena) y Raymundo Atanasio (PT), quienes coincidieron en la urgencia de dictaminar esta propuesta.
Fue el diputado local de MC, Carlos Morales Álvarez, quien presentó la base de esta iniciativa con el apoyo del grupo legislativo Somos 6, resaltando la importancia de avanzar en un tema urgente para sacar adelante el trabajo rezagado dejando a un lado las diferencias partidistas.
El diputado local de Nueva Alianza, Gerardo Islas Maldonado, llamó la atención por su cubreboca negro, similar a la máscara del personaje Darth Vader, de la saga Star Wars. Pidió guardar un minuto de silencio por las víctimas fatales del coronavirus en el estado y de migrantes poblanos que fallecieron en el extranjero.
EL SHOW DE LOS RECLAMOS
Sin embargo, los protagonistas de esta historia, José Juan Espinosa Torres y Héctor Alonso Granados, no perdieron la oportunidad para sacar rencores de antaño. En cada oportunidad ambos descalificaron las acciones tardías del gobierno estatal para actuar frente a la pandemia.
En cada intervención, personal de limpieza aseaba y sanitizaba el micrófono en el que hablaban los legisladores; además, se observó el uso de gel antibacterial de manera constante, sin embargo, José Juan Espinosa habló sin cubrebocas, aunque utilizaba una careta que no le daba la protección correcta.
Los señalamientos también alcanzaron al presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Legislativo, Gabriel Biestro Medinilla, a quien Espinosa Torres acusó de aprovechar la contingencia para promover su imagen, con el fin de conseguir sus aspiraciones políticas de gobernar el municipio de Puebla, a lo que Biestro Medinilla respondió que la difamación siempre han sido las armas de sus enemigos.
Como lo había adelantado, la legisladora del PRI, Rocío García Olmedo, presentó propuestas reformatorias y reservas a esta iniciativa; advirtió que de no hacerse podrían incurrir en ilegalidades que pondrían en riesgo las aprobaciones no sólo de esta Legislatura sino de las subsecuentes, en caso de ser necesarias.
Sólo dos proposiciones fueron avaladas y a las 16:43 horas se dio por concluida la sesión, después de someter a consideración esta iniciativa, aprobada con 36 votos a favor, dos abstenciones de Héctor Alonso Granados y Rocío García Olmedo, y uno en contra de José Juan Espinosa.