La adolescente australiana Angelina Arora está decidida a resolver la crisis del plástico y desarrolla un material biodegradable hecho de materiales poco convencionales, como las cáscaras de camarones, que generalmente son desechadas por la industria pesquera, y la proteína pegajosa de los capullos de gusanos de seda.

A Angelina, de 17 años, se le ocurrió crear una alternativa plástica cuando tenía solo 13 años, según explicó durante una charla en la plataforma TEDxYouth, en Sydney.

Primero experimentó con un bioplástico hecho de varias plantas y maicena, pero su plástico de almidón de maíz era soluble en agua, por lo que no era lo suficientemente resistente para empacar alimentos, además de desperdiciar una fuente potencial de alimentos.

Un día, al estar en una tienda de pescado y papas fritas, Angelina vio kilos de cáscaras de camarones, colas de cangrejo y cabezas de pescado en la basura. Notó que las cáscaras de camarones parecían de plástico, por lo que recolectó tantas como pudo, las llevó al laboratorio y comenzó a experimentar.

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En su investigación, descubrió que las cáscaras de gambas contienen un polisacárido llamado quitón, que pudo extraer, convertir en quitosano y combinar con fibroína, la seda de la cual las arañas hacen sus redes, para crear su plástico biodegradable.

Como TruthTheory informó recientemente, el bioplástico de Angelina ahora parece estar hecho con fibroína de capullos de gusanos de seda, en lugar de telarañas.

Su bioplástico puede descomponerse en 33 días, no libera productos químicos tóxicos en el medio ambiente y es transparente, duradero e insoluble.

El invento de Angelina aún no está en el mercado, pero ya está trabajando para que sea aprobado para aplicaciones médicas.

Angelina ha ganado varios premios por su innovación, incluido el Premio Innovador al Mercado de los Premios de Ciencia e Ingeniería, de la Fundación BHP Billiton 2018; el premio Joven Conservacionista del Año, de la Sociedad Geográfica de Australia 2019, y el gran premio en la prestigiosa International Science, por nombrar algunos.

A pesar de que las cáscaras de camarones que utiliza se habrían desperdiciado, existe un poco de ironía al usar algo de la industria pesquera para crear un producto que reduzca la contaminación plástica, generada en su mayor parte por la misma industria pesquera, principalmente redes de pesca.

Con información de Agencia Notimex.

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