Miedo y nervios por trabajar en el nosocomio que albergará a pacientes contagiados de Covid-19 es lo que siente Alejandra, enfermera general, al saber que a partir del 2 de abril el Hospital General de Cholula será adaptado por la contingencia.
Desde que supo que las autoridades tenían la intención de hacer adaptaciones en el nosocomio, “el estómago se le revolvió” porque sabía que estaría vulnerable y podría poner en riesgo a su hija de 12 años.
“Ves tantas noticias y escuchas tanto que ya ni sabes qué pensar, pero lo único que deseas es estar alejada de todo el contagio y cuando sabes que vas a trabajar en el hospital donde traerán más casos, te duele el estómago”, reconoció.
Afirmó que como enfermera tiene que otorgar el servicio con calidad y siempre pensando en que la gente se recupere, pero teme que no tenga los equipos de seguridad adecuados para brindar la atención sin ponerse en riesgo.
“Una cosa son las adaptaciones que van a hacer en el hospital y cómo van a reacomodar para habilitar el hospital por la contingencia y otra es que sí nos doten de equipo y todo lo necesario para evitar riesgos”, aseguró.
Alejandra explicó que aún la forma de operar es incierta porque no saben con certeza cómo van a atender en el nosocomio y teme que sobre la marcha las autoridades del nosocomio se vayan organizando en el cuidado de enfermos.
Por ahora, dijo, está valorando tomar algunas medidas preventivas como al llegar a su casa, quitarse la ropa y embolsarla para posteriormente lavarla. Además de meterse a bañar a fin de poder tener contacto con su hija.
Sin embargo, aseguró que si la curva de contagios aumenta y el hospital se satura de pacientes contagiados, buscaría distanciarse de su familia para no arriesgarla.
“Piensas en todo, primero en cómo van a cambiar las cosas si esto se pone feo. Seguro habrá cambios de horario o más horas de trabajo, no se sabe y después piensas que ni a dormir puedes llegar a tu casa para no contagiarlos”, concluyó.