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odo lo que sube tiene que bajar, es una simple ley de la física aplicable para lo que hoy ocurre con la aprobación del presidente de la república, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, que en va en caída libre de acuerdo con la encuesta que publicó el periódico Reforma.
De acuerdo con este diario, en febrero del año pasado 47% de los mexicanos aprobaba su gestión; hoy, sólo 42% le da el visto bueno al Presidente de la república, quien al parecer muy pronto ha comenzado a dilapidar su bono democrático, el más alto en la historia de este país.
Hoy, ya 45% de los mexicanos desaprueba la forma de gobernar del presidente López Obrador, quien ha mostrado una completa indiferencia y falta de sensibilidad para manejar el tema de los feminicidios y la ola de violencia que sacude al país.
La inseguridad es sin duda el talón de Aquiles de la actual administración, misma que tiene también otro ingrediente en el tema de la falta de desarrollo económico.
El país está estancado, no hay inversión y la poca que llega es insuficiente para satisfacer la demanda de empleo; el Presidente no quiere entender que sin desarrollo económico no puede haber generación de fuentes de trabajo, lo que agudiza el tema de la inseguridad.
Las becas que reparte para los jóvenes y las personas de la tercera edad sólo son paliativos para la grave enfermedad que significa la pobreza, la cual agobia a nuestro país, sin que haya resultados, porque no se trata de una política pública, sino de actos populistas.
La situación del país luce por demás complicada, el crimen organizado gana cada vez más terreno mientras el Presidente mantiene la atención del país a través de sus mañaneras, las cuales perdieron la efectividad mediática que tuvieron en un inicio.
La popularidad del Presidente de la república, va en caída libre y con ella arrastra también a su partido, Morena, la cual se acerca a 2021 alicaída por su lucha interna, pero más porque su bastión, la figura del Presidente, ha comenzado a derrumbarse.
MORENA VS MORENA
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le propinó un duro revés a la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, quien buscaba perpetuarse en el poder, al reconocer la asamblea realizada en la cual se designó como líder interino a Alfonso Ramírez Cuéllar.
Ramírez Cuéllar, quien fuera dirigente nacional del Barzón, está más que listo para convocar en breve a una nueva asamblea, donde seguramente surgirá la nueva presidenta nacional de este partido que no será otra que Bertha Luján, lo cual significa cambios diametrales para este partido.
De entrada, al parecer, Morena va a buscar retomar sus principios doctrinarios de izquierda, por así decirlo, romántica, dejando atrás el pragmatismo político que imperó durante la gestión de Yeidckol Polevnsky, donde este partido político se llenó de ex priistas, ex panistas y oportunistas que arribaron mediante esta vía al poder.
La semana pasada explicaba que seguramente surgirán las dos Morenas, la vieja de Cuéllar y Luján y la nueva que es el partido del senador suplente, Pedro Haces, vía el líder del Senado, Ricardo Monreal, donde seguramente buscarán refugio muchos de los oportunistas que ya no podrán entrar tan fácilmente a este partido.
La fractura al interior del instituto político del Presidente de la república es sólo cuestión de tiempo y Puebla será un ejemplo de cómo, tarde o temprano, vendrá la ruptura entre estos grupos.
El gobernador Miguel Barbosa, de origen perredista, tuvo en la ahora ex presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, a una aliada incondicional, que una y otra vez apoyó al mandatario estatal en su lucha por hacerse de la candidatura a la gubernatura de Puebla, hasta la llamó su “hermanita”.
Ahora con Luján habrá que ver cómo se da la relación, pues Bertha tiene más cercanía con personajes como el súper delegado, Rodrigo Abdala, quien siempre la apoyó para llegar a la dirigencia y con la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, con quien existe plena identificación.
Las cosas en Morena al parecer van a cambiar y los pragmáticos tendrán que aceptar las nuevas reglas o de plano migrar al partido de Pedro Haces, el cual está prácticamente listo.