Jorge Enrique Quijano, papá de Ximena Quijano Hernández, con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, pidió, a las afueras de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), no rendirse y seguir exigiendo justicia por la muerte de los jóvenes.
“Les quiero dar las gracias, de parte de nosotros cuatro, quiero dar las gracias por lo que están haciendo. No se rindan, sigan pidiendo justicia, que no exista impunidad, esto no puede suceder, ustedes son niños”, advirtió al borde del llanto
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Antes de partir a Colombia y sepultar los restos de sus hijos, los padres de los dos estudiantes, José Antonio Parada y Ximena Quijano, acudieron con la comunidad universitaria de UPAEP para agradecer todo el apoyo que se les han brindado.
Asimismo, Jorge Enrique Quijano expresó que deben cuidarse y no exponerse, pues todos están expuesto a una situación como la que vivieron sus compañeros: “Cuídense por favor, no sean tercos, sean obedientes, júrenme eso. No se expongan, uno cree que nunca le va a pasar, eso es mentira”.
Emilio José Baños Ardavín, rector de la UPAEP, se sumó la tarde del miércoles al reclamo de los estudiantes de Medicina y de toda la institución para que regrese la seguridad en la entidad y se haga justicia por la muerte de cuatro personas: dos estudiantes de intercambio provenientes de Colombia, un estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y un chofer de Uber.
Expresó que con justos los reclamos que hacen los estudiantes y dijo que se comenzaría con la elaboración de un pliego petitorio a las autoridades, así como tener un banco de propuestas para atender los problemas de inseguridad que viven los estudiantes y la entidad en general.
Agregó que la comunidad universitaria de Puebla está viviendo un momento histórico y ahora se debe traducir en las bases para lograr un cambio en beneficio de la sociedad de la entidad y de todo el país “ese espíritu de liderazgo transformador, de ver el beneficio de una sola institución veamos por el bien de la sociedad, este es un momento crucial para nuestro México, para Puebla y para nuestras universidades, tenemos la responsabilidad histórica de asumir este compromiso histórico con seriedad”.
Baños Ardavín resaltó que los padres de Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada Cerpa dieron una muestra ejemplar al pedir que la muerte de sus hijos se convierta en un llamado para que regrese la paz a México.
“El primer acto que uno puede generar en un momento como este, es el de una muestra de cercanía y de solidaridad. Los padres de Ximena y de José Antonio han dado una muestra fuera de serie, ellos me han expresado y me han reiterado es que lo que quisieran dentro de todo este duelo, es que la ofrenda de las vidas de Ximena y de José Antonio sean las bases para construir un escenario de paz y armonía en nuestro México”, agregó.