Romper los tabúes y los estigmas contra el aborto es el principal reto de las organizaciones feministas en el 2020.
Jessica Pérez, co coordinadora de la Red Ddeseer Puebla, reconoció que este año regresaron con el objetivo de lograr que la sociedad acepte el aborto y no lo satanice.
“Ya regresamos, ya estamos aquí y en este 2020, estamos con más fuerza”, dijo.
La activista afirmó que aunque es importante que las autoridades lo despenalicen, también es importante que la sociedad deje de juzgar a las mujeres por querer abortar.
“No solo es despenalizarlo en lo legal sino también en lo social, el estigma es muy fuerte y si bien hay que meter iniciativas en lo legal también hay que trabajar a pie con la gente”, dijo.
Pérez aceptó que en la pugna en pro del aborto, que encabeza con otras mujeres, han recibido ofensas de la sociedad, quien las tacha de asesinas.
Con la intención de que la sociedad acepte el tema, mujeres jóvenes difundieron información y regalaron condones en la plancha del Zócalo.
Además colocaron historias de jóvenes que han difundido sus casos en internet sobre su experiencia tras abortar. Algunas estudiantes se acercaron a ellas, mientras que menores de edad, pedían a sus mamás que las acompañaran con las activistas.
Pérez resaltó que aunque temen que la despenalización en Puebla no se dará en los próximos días ni meses, esperan que no sea un tema al que se le dé carpetazo.
“Ahorita tal vez es algo que no pase, pero es importante que se hable, que haya iniciativas en pleno, no vamos a quitar el dedo del renglón”, reconoció.
Afirmó que tener penalizado el aborto no disminuye los casos, sólo obliga a las mujeres a hacerlo en lo clandestino, arriesgando su salud.
“La penalización no disminuye en su práctico y obliga a las mujeres a hacerlo en la clandestinidad y por eso acompañamos a las mujeres que cuiden su propio cuerpo”, dijo.
Lamentó que aunado a las críticas sociales, los programas televisivos, medios de comunicación y películas refuerzan la negatividad hacia el aborto, lo que hace que sus protestas no permeen entre la gente.
Como activistas, dijo, apuestan a la sororidad y a romper el tabú de que las mujeres juntas son conflictivas.
“Le apostamos mucho a la sororidad, no tenemos porque ser amigas y agarrarnos de la mano, pero si podemos apoyarnos, debemos quitarnos esa idea de “mujeres juntas, ni difuntas”, porque la verdad es que logramos mucho juntas “, reiteró.
A las mujeres que quieren abortar y no se atreven, les recomendó que se acerque a las asociaciones en pro del tema, pues señaló que no es un tema de moda.
“Que se informen sobre el tema, cómo es, qué pasa, que no se basen solo en la televisión o la religión, sino que busquen métodos científicos.
“No están solas, es mucho más común de lo que imaginamos y que las mujeres han interrumpido embarazos desde hace mucho tiempo”, aseveró.