Ha trascendido que el senador Ricardo Monreal es un hombre de fe a prueba de agua bendita.
Cada año, por estas fechas, hace una peregrinación a pie hasta San Juan de los Lagos, donde la patrona es la virgen de San Juan, también llamada Sanjuanita o Cihualpilli.
Lejos de los reflectores, el senador camina largas horas a pie para cumplir su manda.
Y lo hace lejos de los reflectores.
Cosas de la vida: mientras hay políticos que por estas fechas se van de vacación a Europa o a Tailandia —en medio de la borrachera del poder—, Monreal le dedica su tiempo a la fe que guarda.
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Expediente Lula
La maestra Lourdes Roth, defenestrada ex funcionaria de la Secretaría de Cultura, podría no ser maestra, al decir de fuentes cercanas a ella.
Y de no serlo —siempre en ese escenario—, sería muy grave, una vez que los documentos que firmó en el pasado reciente los hizo en ese carácter.
Hay voces que señalan la gravedad del caso.
Por ahora, démosle el beneficio de la duda a quien va por el mundo llamándose maestra.
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Dos Siniestros en el Aire
En cosa de horas nos enteramos de datos cruciales del accidente en el que perdieron la vida el basquetbolista Kobe Bryant y ocho personas más, entre las que iba una de sus hijas.
Todo se transparentó:
La causa del siniestro y el diálogo entre la torre de control y uno de los pilotos.
Todo lo contrario ha venido ocurriendo en el caso de la caída del helicóptero en el que viajaban, entre otros, Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle.
A cuentagotas, Javier Jiménez Espriú, secretario de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal, ha venido dando información.
Información errática, por cierto.
O información que contradice datos revelados con anterioridad.
Qué opacos somos ante las autoridades estadounidenses.
Lo que queda claro minuto a minuto en un caso es cada vez más oscuro en el otro.
Hasta en eso somos los campeones de la opacidad.