Mis Últimos 20
Por: José Luis Sánchez Solá
Qué buena oposición dieron Necaxa y Morelia, mucho mejor en el torneo regular que en la liguilla. Hicieron que dos de los grandes pusieran sus barbas a remojar y apretaran al final del torneo para tener un lugar en la pos temporada.
Necaxa tuvo que salir del estadio de Monterrey con un marcador más abultado en contra y en un momento del juego, en su segunda llegada consiguieron el gol que los ponía adelante del marcador, quizá injusto pero en esto no es de justicia y sí del que mete goles.
En el juego de regreso se animaron a falta de 20’ y al final estrellaron un remate al poste. Después se dio lo que tuvo que darse desde el primer juego y el gol del Monterrey los sacó de la fiesta y a la par terminó con la magnífica trayectoria que hizo su entrenador Memo Vázquez. Todo se cumplió con su directiva: hicieron un buen torneo, entraron a la liguilla, compraron muy buenos jugadores, van a vender a precios más altos de su compra y le dieron las gracias a un entrenador que no quiso renovar con sueldo no acorde al trabajo que había hecho. El señor Vázquez mantuvo sus pies en la tierra, sabe lo que vale y se hace a un lado. La directiva no rompe su objetivo de comprar barato, vender caro y tener a un técnico también barato. Todo mundo en su pensamiento y nadie se emborracha con la copa del éxito que sólo la paladean sin tragarse el contenido, porque es veneno. Con las ventas de cuatro o cinco jugadores tendrán que volver al principio y el técnico actual, si no consigue el éxito, todo lo que ha hecho se olvidará. Sucedió con Pochettino en la liga inglesa. De la nada hizo un equipo protagonista en cuatro años, lo puso en los primeros lugares de la liga y de Europa. Al final, tuvo sus meses malos y nadie se acordó de lo que había hecho, teniendo que despedirlo y lo normal en este negocio: se olvida el pasado, hoy ya no me sirves, hoy te doy las gracias.
Yo no aprendí esta lección y hoy entiendo que, como Memo, me tuve que hacer a un lado. El éxito me llegó muy rápido, en 13 fechas coloqué al equipo a 45’ de liguilla. Mi crédito subió pero no me lo tenía que gastar en el mismo viaje, simplemente porque las cosas no serían igual y produje expectativas muy grandes. Lo que venía no era para mí, pero yo sí me tragué la copa del éxito y me envenené. Al final, y vuelvo a que el pasado próximo no existe, te llegan cuatro malas semanas y te dicen adiós, porque si en 13 lograste 19 puntos, en 19 tienes que hacer 30. Todo esto Memo Vázquez lo sabe y se hace a un lado. Oportunidades claro que le llegarán, porque su crédito está a tope.
A Morelia le tocó bailar con la más fea. También con una gran temporada, llegando de relevo en un equipo que no lo venía haciendo mal, simplemente no producía puntos acorde a su trabajo. Hace magníficos cuartos de final, pero en semi final deja de hacer lo que venía haciendo, más allá de ganar el primero 2-0. Nunca aprovecharon el hombre de más en el partido de ida. Esto fue quizá por temor y porque el rival, con 10, parecía que tenía 13.
El América puede hacerlo bien o mal, pero siempre será el América y nunca se dan por vencidos. Su forma de juego es muy simple: dos extremos rápidos y tratar de que la bola les llegue para que hagan su jugada individual y logren poner el balón en el área, lugar en el que siempre tienen dos para intentar meterla. En cuartos de final, contra tigres, pienso que su cuadro inicial fue más por intuición que por crear un esquema diferente. En el transcurso del juego fueron duramente criticados y estos hombres, repito, puestos por intuición, le dieron los goles del triunfo. Contra Morelia volvieron a lo tradicional, sólo que ahora sus hombres de ataque por fuera lograron hacer dos contra uno porque Aguilar y la gran revelación en la posición, Córdova, ayudaron a su ataque. Estas sociedades se dan porque los dos de atrás, los laterales, jugaron más adelante, recuperaban en campo ajeno y tenían una posición que les daba para atacar junto con los dos que van por fuera.
Cabe hacer mención del cuerpo técnico que tiene el señor Herrera. Más allá de que sus ideas, apuestas o intuiciones parezcan locas o fuera de contexto, su cuerpo técnico las siguen al pie de la letra, provocando que más gente esté involucrada en las tareas que la cabeza dictó. Si es necesario discutir y dar tu punto de vista como auxiliar, claro que es válido, pero una vez tomada la decisión, todo mundo hace que las cosas pasen y brillen.
Ahora y como lo decía en el pasado escrito, tenemos que esperar hasta el 26 y 29 de este me para jugarse la final.
Para mí América tiene más problemas, pues se le vienen muchos días de no actividad, aderezado con las fiestas de Navidad, que como buenos latinos y en cualquier trabajo le damos mucha importancia, provocando una distracción natural.
En cambio Monterrey estará en actividad en el Mundial de club. Sí tendrán un desgaste por el viaje, pero estarán juntos todo este tiempo y si no tienen imponderables, llegarán más concentrados a jugar la final.
Por último, en el nuevo calendario que tendrán que hacer ante la salida del Veracruz, los restantes 16 equipos quieren que sus dos primeros juegos sean contra estas escuadras que jugarán la final. No será lo mismo enfrentarte al América o Monterrey en la fecha 14 o 15, que agarrarlos en la 1 o 2 con el confeti de la celebración en sus cuerpos.