La intención de emitir el obregón, una moneda o vale cuya unidad tiene un valor de un peso –exclusivo para la alcaldía de Álvaro Obregón– por parte de Layda Sansores, va más allá de una simple anécdota.
Aunque ya el Banco de México detuvo la idea de que fueran billetes, y ahora serán denominados vales, al final, la idea es que los obregones funcionen como una especie de moneda con la paridad uno a uno frente al peso.
El proyecto está más cerca de lo sucedido en la Revolución Mexicana con los llamados bilimbiques, que a los proyectos de organizaciones culturales que crearon su billete o vale, como parte de sus sistemas de trueque. En primera, porque estamos hablando de una autoridad.
¿Quién va a supervisar que el vale cuya paridad con el peso es uno a uno, se emita de la forma adecuada?¿Cuántos obregones se van a imprimir y cómo se van insertar en el mercado regional?¿Quién le va a garantizar a los ciudadanos que los obregones que acumulen tienen el valor que les dijeron que tendrían? ¿Con qué fondos serán respaldados esos vales, si las alcaldías tienen etiquetado una gran parte de su presupuesto? ¿Y cuáles son los candados para que no los falsifiquen y pongan en riesgo a sus usuarios? Esas son solo algunas de las preguntas que surgen ante esta idea.
En el marco de la Revolución, algunos líderes como Francisco Villa crearon su propia moneda para enfrentar la crisis económica en que se encontraba el país, así como cumplir compromisos inmediatos aunque, según algunos especialistas, por la falta de control provocaron más problemas económicos de los que resolvieron, entre éstos, inflación y abusos hacia la población.
Hasta la fecha, a la moneda que emitió el Gobierno de Villa, en Chihuahua, algunas personas le llaman panchólares, a manera de broma, aunque en ese tiempo, entre 1913 y 1914, la gente les llamaba dos caritas, porque tenía la foto de los rostros de Francisco I. Madero y Abraham González.
Hay casos de monedas sociales, creadas por organizaciones comerciales y culturales, que son parte de un sistema de trueque, pero el obregón, impulsado por la alcaldía que encabeza Layda Sansores en la Ciudad de México es diferente, pues la finalidad es que juegue un papel similar al de una moneda dentro del territorio obregonense.
#LoboSapiens
El primer año de Gobierno del presidente López Obrador está lleno de anécdotas y conceptos que parece que fueron sacados de un libro de historia para ser sembrados en el presente, sin importar los contextos actuales. Desde la idea de que España ofrezca disculpas por los abusos cometidos en la Conquista; la desaparición del Estado Mayor Presidencial porque hay una versión histórica de que ese órgano traicionó a Madero, o cuando menos no supo protegerlo; hasta el desempolvamiento de términos como conservadores y fifís, para ser utilizados contra los críticos, sin contar el intento de desaparecer de la memoria urbana el nombre de Gustavo Díaz Ordaz, o de cumplir con la demanda de 1968 de la desaparición del cuerpo de granaderos.