Bitácora
Por: Pascal Beltrán del Río

No, esta columna no trata de beisbol. No se refiere a la franquicia campeona de la Liga Mexicana de verano en 1983 y 2004, cuando el equipo fue dirigido por el famoso pelotero Francisco Paquín Estrada.

Hablo de piratas de verdad.

La historia de Campeche está ligada a la piratería. Durante dos siglos, sus costas fueron asoladas por corsarios renombrados, como William Parker, Michel de Grammont, Laurens de Graaf (Lorencillo), Cornelius Jol (El Pata de Palo) y Diego Martín (El Mulato).

No fue sino hasta 1717 que los novohispanos causaron una gran derrota a los piratas. Casi medio millar de ellos fueron sometidos en la laguna de Términos, el 16 de julio de aquel año, día de la Virgen del Carmen, razón por la que la isla que encierra la laguna fue rebautizada y sobre ella se asienta la actual Ciudad de Carmen.

Hasta hace poco, los relatos sobre piratas en Campeche pertenecían sólo a los libros de historia y las novelas. Pero ya no. Ahora también aparecen en los periódicos.

El martes pasado, la Séptima Zona Naval informó que personal de la Armada de México había realizado la evacuación médica de dos ciudadanos italianos pertenecientes a la tripulación del barco Remas. Ambos estaban heridos, uno de bala y otro de un fuerte golpe en la cabeza.

Alrededor de las 20:40 horas del lunes, un grupo de siete u ocho hombres armados abordó la nave en aguas del Golfo de México con el fin de asaltarla.

“La Unidad de Crisis del Ministerio de Asuntos Extranjeros sigue los hechos con la máxima atención, en coordinación con la embajada italiana en México”, divulgó la agencia ANSA en una nota sobre el acto de piratería contra el barco de la empresa Micoperi, de Rávena, una de las principales contratistas de la industria offshore.

No es el primer incidente de su tipo en la zona. El 5 de noviembre, los asaltados fueron trabajadores de la plataforma petrolera Independencia, perteneciente a una empresa filial de Grupo Carso, ubicada a una hora mar adentro. Los ladrones despojaron a los tripulantes de teléfonos celulares, herramienta y hasta alimentos.

La noche del 21 de abril ocurrió otro asalto, a la plataforma Fortius, de la empresa Oro Negro. Un grupo de piratas armados, que fingió ser una partida de pescadores, tomó durante seis horas la instalación petrolera para saquearla.

Son los nuevos Lorencillos, los nuevos Pata de Palo. Pareciera que hemos regresado al siglo XVII o XVIII o que estamos en Somalia. La delincuencia ya no sólo ataca en tierra. También lo hace en el mar. Se les olvidó crear una unidad marina de la Guardia Nacional. Pero pensándolo bien, de muy poco serviría.

 BUSCAPIÉS

*Nunca había ocurrido que el primer asunto del que tuviera que ocuparse la persona que tiene la titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos fuese una investigación sobre ella misma. Eso le sucede a Rosario Piedra Ibarra.

La organización Periodistas Desplazados de México presentó una queja en su contra por decir que no estaba enterada de que hubiese periodistas asesinados este sexenio, cuando ya van 13 casos. Será interesante ver cómo lo resuelve. ¿Se recomendará a sí misma informarse antes de hablar?

Ayer pregunté en Imagen Radio a Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería, si se llamaría a consultas a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, y si se contemplaba romper relaciones diplomáticas con el país sudamericano.

Evidentemente, las preguntas tenían que ver con la postura del gobierno mexicano de que hubo un “golpe” contra Evo Morales. Ninguna de las dos cosas, me aclaró el subsecretario. Nada más como apunte: en 1974, México rompió relaciones con Chile. ¿Será porque aquél sí fue un golpe y éste, pues no?