Por Mario Galeana
La reforma a Ciudad Modelo que el gobernador Miguel Barbosa Huerta presentó al Congreso local logró aprobarse en una ceñida votación en la que la oposición acusó violaciones al reglamento del Poder Legislativo.
Los cambios al organismo público descentralizado que se encuentra en la zona Audi debían ser aprobados por el voto de por lo menos dos terceras partes de los diputados presentes, y justo con ello se aprobó: 26 votaron a favor, 10 en abstención y dos en contra.
El bloque de la oposición estuvo formado por las bancadas del PAN, PRD, Compromiso Por Puebla, Movimiento Ciudadano, la priista Rocío García Olmedo y un diputado del PT, José Juan Espinosa Torres.
El diputado petista adujo que los cambios propuestos por el gobernador no eran sustanciales, pues el organismo aún posee la facultad de firmar convenios sin considerar a los municipios de la región.
En cambio, el legislador Gabriel Biestro Medinilla, portavoz de las bancadas de Morena, PES y PVEM, señaló que las reformas a Ciudad Modelo garantizan que los municipios de Soltepec, Rafael Lara Grajales, Nopalucan, Mazapiltepec y San José Chiapa recuperen la facultad de cobro de impuestos y el otorgamiento de permisos de uso de suelo.
También explicó que la reforma propone que el organismo pase a ser operado por la Secretaría de Economía, en lugar de la Secretaría de Gobernación.
Durante la discusión, 11 legisladores solicitaron a la Mesa Directiva que el dictamen fuera turnado de vuelta a la Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal para ser modificado.
La solicitud fue rechazada por el presidente del órgano, Juan Pablo Kuri Carballo, quien condujo la sesión de manera atropellada, puesto que trató de impedir que los diputados que se opusieron a la reforma hicieran uso de la tribuna.
La votación final del dictamen tuvo que realizarse dos veces. En la primera, aplicada mediante la votación electrónica, aparecieron los votos a favor del dictamen de siete diputados que no se encontraban en el pleno, lo que provocó el estallido de la oposición.
Kuri Carballo ordenó la reposición del proceso mediante una votación nominal. Allí, los votos de los diputados Gerardo Islas Maldonado (Panal), de Javier Casique Zárate (PRI) y Marcelo García Almaguer (sin partido) fueron decisivos para que Juntos Haremos Historia consiguiera la aprobación del dictamen.