Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo
La semana que está por concluir, sin duda se puede considerar como un periodo de locura colectiva en medio de la cual no alcanzamos a dimensionar el tamaño de lo que está ocurriendo en el país, que parece convulsionarse.
La muerte del cantante José José fue bien aprovechada por el gobierno federal para tender una “cortina de humo” en torno a los graves problemas de inseguridad, pero sobre todo que se ciernen sobre la economía nacional, la cual está a punto de colapsarse.
A través de la Televisora del Ajusco (TV Azteca), al viejo estilo del Priato, el gobierno federal puso en marcha la “caja china” para distraer lo suficiente al pueblo bueno de la grave situación que guarda la economía del país ante la inminente recesión que se aproxima.
La muerte del cantante ocupó horas y horas de transmisión, así como la pelea entre su parentela, lo cual entretuvo a la audiencia, quien lloró la muerte del Príncipe de la canción y convirtió ahora a su hija Sarita en la nueva villana favorita, en lugar de Luisito Rey. Al pueblo, pan y circo.
En medio de este show mediático, Morena, partido del presidente de la República, vive horas cruciales mientras en teoría se acerca la celebración de las asambleas distritales para la renovación de su dirigencia nacional, la cual se ha convertido en un verdadero cochinero.
Cerdos contra marranos libran una lucha a muerte y lo único que queda claro es que Morena es igual al resto de los partidos políticos, con padrones “inflados”, con mapacheo, con denuncias por parte de la propia presidenta Yeidckol Polevnsky contra los súperdelegados por meter las manos y utilizar los recursos públicos para favorecer a sus candidatos.
No cabe duda que el poder iguala y Morena ha quedado algo más que evidenciado como lo que es: un partido conformado por diversas corrientes e intereses que convergieron en torno a un personaje, López Obrador, pero sin más futuro que el tiempo que dure su caudillo. La torre de Babel comienza a colapsar y lo que aún nos falta por ver en este fin de año.
Todo parece indicar que las asambleas se van a suspender, so pena de que incurra Morena en serias irregularidades, las cuales podrían derivar en sanciones del INE, ante la lluvia de recursos promovidos por sus militantes.
En tanto, el Presidente de la República, no contento con todos los frentes que tiene abiertos en el país suma uno nuevo, ahora en contra de los rectores de las universidades públicas, las cuales están a punto de colapsar ante la falta de recursos y la intención del Presidente de eliminar los exámenes de admisión.
Una buena parte de las universidades públicas del país no tienen dinero para pagar a su planta laboral y amenazan con irse a paros y marchas para reclamar recursos, mientras el Presidente advierte que aunque colapsen al país no cederá a sus chantajes.
En Puebla, el alza a la tarifa del transporte público, que entrará en vigor a partir del próximo sábado, ha molestado a una buena parte de la población, la cual se traslada a través de este sistema.
Muchos poblanos están inconformes con esta medida y amenazan con “cobrársela” al gobierno en 2021, año clave por la renovación del Congreso local y también de los 217 ayuntamientos.
El Legislativo poblano, que se supone emanó de un partido con una agenda “progresista” y de izquierda, evitó actuar en torno a la despenalización del aborto y el matrimonio igualitario, hecho que deja mal parado también a Morena, que ya no puede acusar de “mochos” a los panistas.
En fin, esta fue una auténtica semana de locura en nuestro país, convulsionado por los nuevos tiempos de la 4T y, reitero, lo que aún nos falta por ver; los tiempos están muy complicados y las aguas por demás turbias.