La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía

Qué comedia de confusiones.

Primero se habló de un “levantón”.

Luego de una aprehensión.

Hoy otra vez se habla de lo primero.

Levantón igual a secuestro.

Ricardo Morales fue el primer en revelar la versión de que Juan Carlos Lastiri, subsecretario de Rosario Robles en SEDESOL y SEDATU, había sido abordado y subido a una camioneta por seis tipos con cuernos de chivo mientras corría en algún lugar de Zacatlán, su tierra de origen.

Con Lastiri iban cinco personas, quienes narraron en distintos momentos los pormenores del caso.

Todos coincidieron en que los tipos no iban encapuchados, pero sí llevaban chalecos.

Todos vestían ropa oscura.

—¿Quién es Juan Carlos Lastiri? —preguntó uno de ellos.

—Soy yo —respondió el hoy desaparecido.

Han pasado 36 horas desde entonces y la Fiscalía General de la República ya anunció que ellos no le giraron orden de aprehensión alguna.

Sus familiares más cercanos también preguntaron en el Reclusorio Oriente.

Fue inútil.

Ahí no hay ningún interno con ese nombre.

¿Dónde está Juan Carlos Lastiri?

Alfonso Durazo dijo la mañana del miércoles que para aprehender a cualquier persona los ministeriales cumplen con un protocolo muy estricto.

Es decir: se identifican y le leen sus derechos al detenido antes de subirlo al vehículo en el que lo trasladarán.

¿Quién detuvo entonces a Juan Carlos Lastiri?

O mejor dicho: 

¿Quiénes lo secuestraron?

Quizás fueron los mismos que en enero pasado ingresaron a su casa de La Vista para robarle de una caja fuerte once millones de pesos en efectivo y varios relojes de lujo.

Ya se sabían el caminito.

Cómo no volverlo a caminar.

Hasta el cierre de esta columna, al interior de su familia subyacen todas las expresiones de la tristeza, la incertidumbre y el desasosiego.

Y una pregunta corre entre ellos:

¿Dónde está Juan Carlos?

Por cierto:

Hay personajes que se sienten muy duchos en temas policiacos que juran que la FGR sí aprehendió a Lastiri, pero que por razones de confidencialidad no lo pueden revelar.

Ése sería otro tipo de secuestro.

Un secuestro legal.

Y el país no está para esos bollos.

Sólo algo es cierto:

Juan Carlos Lastiri está desaparecido y los minutos corren vertiginosamente.

Ufff.