Por: Mario Galeana

Miguel Barbosa Huerta rindió protesta como gobernador constitucional de Puebla por los siguientes cinco años y, además de decretar el inicio de la Cuarta Transformación en el estado, anunció la liberación de los presos políticos, la restitución de las facultades de los municipios que se encuentran en la zona de la planta de Audi y la realización de auditorías a los gobiernos anteriores.

Durante su investidura ante el Congreso del estado, el gobernador reveló que la deuda de Puebla asciende a los 44 mil millones de pesos, pero aseguró que parte de ésta “no es legal”.

“Puebla necesita saber la verdad. Puebla reclama saber la verdad. Por eso he instruido a la Contraloría del estado para llevar a cabo auditorías a los gobiernos anteriores. Los poblanos vamos a conocer la verdad de todo y, si existen irregularidades, que espero no existan, habrá aplicación de la ley. Porque la reconciliación, que es el sustrato para alcanzar la paz y el bienestar, la reconciliación es la aplicación de la ley, no la evasión de la ley. Se trata de que Puebla conozca la verdad”, pronunció.

Anunció que en las próximas horas presentará un decreto para devolver todas las facultades de los municipios en la zona de incidencia de Audi —Mazapiltepec, Rafael Lara Grajales, San José Chiapa, Nopalucan y Soltepec—, mismas que fueron acaparadas por el gobierno del estado mediante la conformación del organismo público descentralizado Ciudad Modelo.

Aparejado con el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, Barbosa Huerta adelantó que en los próximos días todas las personas que estén detenidas por delitos de fuero común, pero “por causas y razones políticas”, obtendrán su libertad por decreto.

También anunció la compra inmediata de mil patrullas, la contratación de más policías estatales y municipales que serán profesionalizados, además de la entrega de armamento y tecnología.

“Para mí, la inseguridad es un momento de realidad y no de percepción. Quien piense que la inseguridad es un asunto de percepción, mejor que diga que no puede (…) Yo seré —porque no voy a buscar con quien compartir la responsabilidad—, yo seré el responsable de la seguridad pública en mi estado”, manifestó.

El gobernador de Puebla buscó asirse a la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador, al que describió como “un gigante y un hombre de época”, y aseguró que su gobierno estará regido por los tres principales mandamientos del movimiento obradorista: no mentir, no robar y no traicionar.

“Ése es el gobierno de la Cuarta Transformación en Puebla. Así vamos a gobernar los Poderes Públicos del estado. Así voy a establecer las guías para que el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, el Poder Legislativo, unamos esfuerzos y encontremos la ruta de lo que tiene que ser la Cuarta Transformación en nuestro estado”, convocó.

Barbosa Huerta pronunció un discurso de más de 40 minutos durante una sesión solemne en la que la oposición se diluyó entre la ausencia de la coordinadora del PAN, Mónica Rodríguez Della Vecchia.

En voz del partido blanquiazul, el diputado Raúl Espinosa Martínez asumió que su partido será “una oposición reflexiva e inteligente” y se limitó a criticar la decisión del gobernador de Puebla de borrar cualquier logotipo del morenovallismo impreso en las obras públicas del estado.

“Sentimos como propio el estupor de los poblanos de quienes están más preocupados con el color de los edificios que de resolver los problemas de salud, empleo y seguridad”, lanzó.