La Mirada Crítica
Por: Román Sánchez Zamora 

Angélica estaba sentada con un tipo extraño, pero siempre le iba a ver cada dos meses.
-Y ¿qué tanto te dice ese tipo, hasta miedo da?-.
-Es el maestro, de los sueños del nuevo milenio, Farüng…y me da tanta paz hablar con el-.
-¿Pero, para qué te sirve?-
-Mira hace muchos años, cuando todo era fortuna, cuando las fiestas eran placeres sin fin,
mi esposo tenía mucho dinero, sin duda que se hizo todo un imperio y solo porque le
presentaron al primer ministro y se volvieron buenos amigos-.
Angélica tomo un poco de agua y prosiguió -Los teléfonos no dejaban de sonar, las
camionetas, las casas… un día me dijo mi esposo que fuera con el, que era necesario que
diéramos el gran paso-.
-¿Y eso que es, o que significaba eso?-.
-Me dijo que todo se debía al gran maestro que debía conocerlo que él le daba todos los
consejos más sabios, al principio no le creí-.
-¿Pero si tenías tanto dinero qué paso, por qué estás aquí?-
-Un día llegamos, era una casa grande al sur de la ciudad, las paredes de piedra, muchos
vehículos, pensaba que era otra fiesta, al entrar a la casa de gran portón de madera, muchos
de nuestros nuevos amigos estaban allí, vestidos de blanco y fue cuando me lo presentaron,
al gran maestro, según que le daba consejos hasta al primer ministro y que varias veces
había ido a la casa del ministerio del tesoro a hacer limpias y a medir las fuerzas negativas,
muchas historias entorno a el-.
-Entonces muy bueno, ¿no crees?-

-llegaban varios políticos y ante el hacían compromisos los cuales debían cumplir, era asi
como un mediador muy poderoso y al final siempre hacia una oración para todo ese grupo y
comíamos y se bebía allí buen vino… alguna vez uno de los ministros no quiso cumplir con
lo acordado, sobre las obras del subterráneo, se las dio a otro constructor y fue cuando mi
esposo fue a ver al maestro y no habían pasado dos horas y estaba el ministro ante mi
marido junto con el maestro… le llamo la atención, le dijo que la palabra era lo único que
realidad tenemos y que es nuestra, y debemos sostener los acuerdos ante la familia, lo
regaño y le dijo que debía cumplir… nunca vi al ministro tan desconcertado y temeroso al
final le dijo a mi esposo: mañana te dará lo que quieres y ahora discúlpate… el ministro se
hinco ante el maestro y los presentes quedamos mirándonos unos a otros, por ver ese poder
que tenía sobre ese grupo-.
-Y si tiene ese poder… ¿Por qué no te saca de aquí?-
-Sabía que lo preguntarías… es mejor para mi estar aquí por un tiempo y que los bienes que
tenemos en familia no sean tocados, yo pronto saldré y volveré a disfrutar de los placeres
del jet set, ¿Recuerdas al hermano del ministro del tesoro, ese que compro leche
contaminada con radioactividad de Chernóbil? Ese Raúl, salió de la cárcel y mira nunca
nadie toco sus bienes, al contrario ahora todos desean hacer negocios con el… ¿y esos
niños afectados? A nadie le importa, aquí hasta esos espacios se compran y se venden y él
tiene el suyo bien puesto-.
-Pues si es extraño, mi estimada Angélica-
Lo importante es lo inmediato, el hoy, el ahora, lo que tienes ante el mundo, lo que puedas
comprar, lo que puedas reflejar ante la gente, lo que la gente opine de ti por tus posesiones
es lo fundamental, el mañana no existe, debido a ello muchos no se preocupan por sus
jubilaciones o la restricción de la seguridad social para los mayores, pues la gente lo tiene
como un incierto el llegar a esas edades.
Los grupos entonces se forman para protegerse, para impulsarse, ocupan mediadores para
sobre vivir, para conseguir acuerdos, para impulsar a los suyos dentro de una remolino de
gente e intereses.

No es la necedad de un hombre, no es la soberbia de una mujer, sino poderes que van más
allá de las cámaras, de los congresos, de instancias y tribunales de justicia, al igual que
todos buscan sobrevivir.
Un mediador social, es lo que estos grupos siempre buscan, en algunos sitios en un líder
religioso, en otros en un policía, en otros es un hacendado, un maestro, pero siempre al que
le dan el crédito del poder y el peso de su palabra para mediar y cumplir acuerdos.
El oficio político, hacia tener sociedades más justas, sociedades que se tocaban el corazón
ante las atrocidades del propio poder, el libre mercado le puso un precio a estas voluntades,
a las sociedades y nada era acuerdo, era una compra venta y acumulación, de lo cual el
dinero se impone ante los propios acuerdos.
Olvido y miedo, son las palabras que se invocan por parte de los gobernantes, de los
poderosos, el derecho fundamental y el derecho natural es solo un trámite y parte de los
discursos políticos de los convidados en la temporalidad, pues estos nunca fueron educados
ni formados para tener poder, un astro que se muestra para que la gente vea que hay sentido
y que el sistema funciona.
Nada cambia, nada se mueve sin alguna intensión de estos grupos, que poco a poco entran
se desarrollan y articulan sus redes de poder para protegerse y sobrevivir en el poder, en el
mercado, en las redes de piratería internacional, y cuando los mercados se saturan entre
ellos mismos se eliminan.
¿Cómo hacer una red? ¿Cómo integrarse a una? Siempre será por invitación, se deja
entonces al candidato acercarse y hasta emparentar con el grupo, sea hombre o mujer, por
los hijos, por los acuerdos clericales, siempre hay un camino para cobijar a miembros que
sirvan y aporte algo a esas familias, tipo Los Corleone (Puzo, 2015, El Padrino) o Los
Soprano de David Chase, (1999, HBO) o tal vez sacado de Martin Scorsese en Buenos
Muchachos (1990).
Angélica… tomó su cigarro, se remango la blusa y dejo ver un tatuaje… -Mi esposo me lo
mando a hacer, es una flor negra… no sabía lo que significaba, lo puse como prueba de
nuestra lealtad, y con el tiempo vi que cada esposa tenia uno igual, no hay duda que con el

tiempo nos hicimos una gran familia… los hombres tiene un tatuaje muy pequeño en el
cuello, según el maestro… es la flor y el polen… el astro rey, es la fecundidad en familia-
llamo a la celadora y le pidió unas cervezas… las pago…
Antonieta, le miró y acaricio su propio brazo, admirando y hasta envidiando el tatuaje, pues
este le hacía ser parte de un algo interesante para ella.
-Ya pronto saldré, nunca se comprobó que se hizo fraude con esa obra subterránea y te voy
a invitar a una de las fiestas y quizá allí tu hija encaje bien… no te preocupes, no es algo
malo…- Angélica tomo su cerveza…-hace mucho calor, me recuerda a Talpa, lugares del
Pedro Páramo, solo que aquí los fantasmas seguimos vivos- tomo otra cerveza… y se
despidió de Antonieta… a los dos días… se había ido a casa…
Epilogo:
Antonieta, salió ese mismo mes… Angélica le dijo a su abogado que también la sacara, le
dio trabajo en un negocio que abrieron cerca de la carretera… dos años después… presumía
de su flor negra en el brazo… por fin era parte de algo… -me gusta como se ve con mi
brazalete de oro que traje de Europa…- a lo lejos… el maestro Farüng… le veía…