Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es el gran activo de Morena, eso explica el por qué a pesar de las pésimas calificaciones que tienen los alcaldes emanados de su partido, estos parecieran estar blindados ante cualquier señalamiento.

¿Hasta dónde les puede alcanzar a estos personajes el blindaje? Nadie lo sabe a ciencia cierta.

Las elecciones que habrán de celebrarse el 2 de junio en Puebla y Baja California son una prueba del blindaje tipo 6 que se carga López Obrador y del poder que tiene el presidente de la República que mejor sabe comunicar en la historia de este país.

Sus conferencias de prensa matutinas marcan agenda nacional e incluso se da el lujo de contestar lo que quiere y batear, como buen beisbolista, todo aquello que no quiere o no le conviene. De ese tamaño es su fortaleza.

En la época en que ser político es sinónimo de corrupción o descrédito, López Obrador ha sabido mantenerse inmaculado, pese a que algunos integrantes de su gabinete, como Olga Sánchez o Javier Jiménez Espriú, han dado muestras de no ser totalmente transparentes.

El único tema que más o menos ha podido medio despeinar al tabasqueño es el relacionado con las estancias infantiles, cuyo recorte presupuestal sí ha significado un revés para la naciente administración y quizá hasta ahorita, el más “grave” error cometido.

Ni la muerte en situaciones por demás sospechosas de sus opositores como los poblanos Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle o el morelense Samir Flores han podido hacer mella en la figura presidencial, la cual tiene los niveles de aprobación más altos en la historia de este país.

Este blindaje que tiene López Obrador es el que ha hecho, por ejemplo, que en Puebla la situación haya dado un viraje de 180 grados respecto a lo que vimos en 2018, cuando la presencia de Moreno Valle neutralizó a nivel estatal el efecto AMLO, pero con un costo terrible para la entidad.

Hoy, ya sin Moreno Valle en el escenario, Acción Nacional, como lo hemos repetido hasta el cansancio, se desinfló de manera más que dramática, a tal grado que ya casi no queda nada de lo que alguna vez fue el morenovallismo.

El efecto López Obrador se mantiene vigente y es lo que salva literalmente las pésimas administraciones municipales emanadas de su partido y el también deplorable papel que ha protagonizado el Congreso local, sometido por la pugna interna por la candidatura de Morena a la gubernatura.

Esa burbuja creada por la figura del presidente parece ser el teflón bajo el cual se cubren sus correligionarios, la gran pregunta, reitero, es ¿hasta cuándo les va a durar el manto protector?

El ejercicio del poder se ha demostrado una y otra vez que es algo más que desgastante. Ya veremos qué pasa con Morena y con el líder sobre el cual recae todo el peso de la Cuarta Transformación.

Puebla entrará pues a la etapa de la alternancia, la cual fue inaugurada por Rafael Moreno Valle, quien fue el primero en derrotar al PRI después de 80 años de control total y absoluto.

La entrada al sureste del país cedió sus puertas a la 4T; será interesante el ver cuáles son los resultados que arroja esta conversión del priismo, al panismo pragmático encarnado en el morenovallismo y ahora con la mezcla ideológica que representa Morena.

 

QUÉ NECESIDAD

Por si algo hiciera falta para volver a enrarecer el ambiente político en Puebla, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, cometió una pifia terrible al revelar que sí existían grabaciones de la última comunicación sostenida entre la torre de control y la aeronave donde viajaba la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo, el senador de la República Rafael Moreno Valle Rosas, pero que estas no se darían a conocer porque estarían reservadas por cinco años.

Estas terribles declaraciones, corregidas más tarde por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que sí se darán a conocer, enrarecieron de nueva cuenta el ambiente y dieron lugar a todo tipo de especulaciones sobre la muerte de la pareja y los otros tres tripulantes, lo cual nos lleva a evocar a El Divo de Juárez, “pero qué necesidad”.