La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
Ufff.
Fue un final de fotografía, pero Miguel Barbosa Huerta terminó por imponerse.
A partir de los próximos días se convertirá en el candidato a la gubernatura de la coalición Juntos Haremos Historia.
Digamos que la historia de este proceso interno nos engañó con la verdad.
Desde el primer momento se supo que Barbosa sería el candidato.
Varias plumas evitaron comprometerse y hasta el último momento dijeron que podría haber sorpresa.
La única sorpresa es que la dirigencia nacional de Morena se haya tardado tanto en dar a conocer la encuesta que desde el principio favoreció a Barbosa.
Hay que decirlo:
El virtual candidato empezó a trabajar en su esquema de campaña desde hace varias semanas.
Hoy por hoy, ya sabe cuál será su ruta crítica para aplastar, por una muy amplia mayoría, a los endebles candidatos opositores.
Que se asombren los titubeantes, ésos que hasta el último momento les creyeron a sus fuentes de Palacio Nacional.
Esas mismas fuentes que vendieron espejitos durante el proceso para elegir gobernador interino.
En los últimos días, Barbosa enfrentó una campaña brutal de descrédito por los más diversos temas.
Para todos tuvo una respuesta.
Una respuesta llena de mensajes y códigos secretos.
Él sabe quiénes orquestaron esos mensajes sicilianos.
Tiene sus nombres.
Tiene sus apellidos.
Pero eso ya pasó a segundo plano.
Hoy lo que realmente le interesa es trabajar en lo que viene: en esa elección extraordinaria que lo convertirá en gobernador constitucional del estado de Puebla.