Por: Agencia Notimex
El especialista Sergio Ortiz Vela dijo que, al conocer un diagnóstico de enfermedad, tanto el paciente como su familia inician un proceso de duelo, cuya elaboración será exitosa o no con base al sentido de la vida que cada persona tenga, así como su estabilidad y salud mental.
El titular del Centro de Capacitación y Calidad (Cedecyc) del IMSS Jalisco agregó que “un duelo normal va a depender de la capacidad de la persona de elaborar su sentido de vida, de qué tanto le encuentras sentido a tu vida, incluso la misma enfermedad puede ser un motor que te ayude a encontrar sentido a tu vida o el mismo dolor”.
El también psicólogo y tanatólogo añadió que al igual que en todos los duelos, el proceso de elaboración comprende cinco etapas conocidas como negación, ira, negociación, depresión y aceptación, las cuales pueden variar en orden.
Comentó que estas etapas son iguales para quienes atraviesan por un duelo, sean adultos, ancianos o incluso niños, “no obstante si el paciente es adulto al igual que sus familiares el duelo se vive de forma individual, sin embargo, si el enfermo es un niño, este vive su duelo de forma simultánea a sus padres o familiares”.
“El enfermo vive su duelo de adulto y el familiar vive su propio duelo de adulto; en niños es diferente, los padres manejan su duelo y el niño se adhiere a las emociones de los padres y él vive en ese avance o atraso en el duelo, el niño se guía por los sentimientos de los padres, el niño lo vive igual, es simultáneo”, añadió.
Mencionó que, a diferencia de los adultos, los niños que atraviesan por un proceso de enfermedad, suelen tener una mayor resilencia (capacidad de las personas para superar eventos traumáticos).
Resaltó que, en un proceso de enfermedad, es muy importante que el personal de salud sea claro y veraz tanto con el paciente como con sus familiares a fin de evitar dar expectativas erróneas que imposibiliten u obstaculización el duelo y por consiguiente la aceptación de la situación.
“Cuando un médico les da la información y matiza la información, y da esperanzas cuando no hay, el familiar regresa a la etapa de negociación y retrasa la aceptación; cuando caen en negociación quieren llevárselo a otro médico, o quieren que lo manden a otro nivel de atención, queremos que nos digan que el diagnóstico está equivocado”, dijo.
Manifestó que al final, si el duelo es bien elaborado es posible llegar a la aceptación.
“Voy a ver a mi enfermedad como mi amiga o como parte de mi vida, eso es el objetivo del duelo, no ver a la enfermedad con miedo, sino verla como parte de tu vida, porque somos vulnerables”, concluyó.