Mesa Cuadrada
Por: Gabriel Reyes Cardoso / @GabrielReyesCa3
Hace tiempo que entre las personas la unidad es efímera.
Por eso la tarea de cada partido político sólo es hacer coincidir a los electores en un solo camino, en un solo candidato, en una misma decisión.
Convencer, persuadir o seducir no tienen hoy reproches ni de inmoralidad ni de cinismo.
Como hormigas incansables los operadores de Morena construyen sus caminos. Tienen ya la mayoría efectiva en la representación federal y también en la estatal. La formalidad legal ni siquiera es necesaria. Pactos, acuerdos, arreglos son más eficientes para coincidir en las decisiones y multiplicar las capacidades y posibilidades de la Cuarta Transformación nacional
Pero Morena sabe que necesita a los suyos y a los ajenos. Más a los ajenos porque permitirán la legitimidad y las fuerzas totales que necesitan para transformar todo.
Un enorme ejército de todos los partidos despliega su tarea con plena confianza porque el operador central, que despacha en la segunda oficina estatal, contribuye a construir la coyuntura adecuada con claridad de objetivos, experiencia y madurez, para entender y administrar la circunstancia actual y la capacidad intelectual para diseñar el futuro para los próximos 12 años.
Difícilmente lo veremos en los aparadores de la presunción. Discreto enfoca sus energías en substituir los complicados y sucios tejidos del sistema político estatal para construir concordia en una transformación que no tiene vuelta.
Los poblanos podemos estar tranquilos. El gobernador Guillermo Pacheco Pulido dispone del oficio político suficiente y comprobado para que podamos transitar hacia la Cuarta Transformación sin riesgos de ruptura o conflicto y con los costos políticos menores.
Don Guillermo y el próximo gobernador podrán estar seguros porque cuentan con un operador político que asumió su poblanidad disolviendo conflictos con la confianza de una concordia que hace innecesaria una gobernabilidad severa y rígida, y una gobernanza más productiva y reconfortante para todos los poblanos.
Don Fernando conoce bien su responsabilidad y los poblanos conocemos muy bien su voluntad y honestidad como una garantía adicional para ejercer una decisión electoral que será respetada y para coincidir con nosotros mismos en un camino lejano al odio y a la venganza. Lo haremos bien y a tiempo.