Por: Agencia Notimex
La colisión de la Vía Láctea con otra galaxia podría darse antes de lo esperado, según un estudio de científicos de la Universidad de Durham.
Una galaxia es un conjunto de gases, polvo, miles de millones de estrellas, además de sistemas solares, y todos estos elementos se mantienen unidos mediante la fuerza de gravedad.
La Vía Láctea posee una gran cantidad de galaxias satélite, como la Gran Nube de Magallanes, ubicada a cerca de 163 mil años luz de distancia, con lo que, según la investigación, se producirá el choque dentro de dos mil millones de años.
En entrevista con Notimex, el doctor del Instituto de Astronomía (IA) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Joel Sánchez Bermúdez, explicó que la interacción de ambas galaxias se dará porque se encuentran en movimiento y viajan a lo largo del espacio.
Precisó que la Vía Láctea viaja a una velocidad cercana a los 500 kilómetros por segundo; nosotros, la Tierra, nos movemos dentro de ella, sostuvo.
“Cuando digo que van a interactuar, significa que el material del cual están compuestas las galaxias tanto las estrellas como el gas y polvo puede entrar en una interacción dinámica, como una especie de colisión”, apuntó.
El astrónomo aseguró que un choque galáctico es diferente a lo que se pudiera pensar, pues en las partes menos densas o con menor concentración de estrellas, éstas pasan una junto a otra sin colisionar.
“A pesar de que las galaxias colisionan, en las simulaciones que se hacen para determinar la dinámica de este tipo de eventos, se identifica que las estrellas no chocan entre sí”, dijo. No obstante, precisó que en las zonas de mayor densidad, donde hay más estrellas, es donde algunas chocaran entre sí.
De acuerdo con el artículo publicado en la revista mensual de la Royal Astronomical Society, la unión de las galaxias despertaría el agujero negro inactivo de la Vía Láctea, el cual comenzaría a devorar el gas circundante hasta incrementar 10 veces su tamaño.
Sánchez Bermúdez explicó que los agujeros negros estelares se forman de la muerte de las estrellas más masivas, aquellas que al menos tienen 8 veces la masa del Sol, importantes para la evolución química del Universo, porque dentro de ellas se forman la mayoría de los elementos químicos.
“Son agujeros negros porque la gravedad que tienen es tan grande que ni siquiera la luz puede escapar de ellos. Por ello no se pueden ver en longitudes de onda como el ojo humano”, señaló.
En el caso de la Vía Láctea, agregó, su agujero negro súper masivo se conoce que está ahí por la interacción de las estrellas que giran alrededor de él.
El especialista universitario indicó que las colisiones galácticas son comunes en la dinámica del universo a la escala galáctica. El último evento de este tipo de la Vía Láctea, se piensa fue hace 5 u 8 miles de millones de años.
Cuando ocurra el encuentro de la galaxia con la Gran Nube de Magallanes, es probable que el Sol ya se haya apagado.
“Las colisiones no son eventos raros, hemos observado en muchas longitudes de onda al momento en los cuales las galaxias colisionan”, detalló.